Quién inventó verdaderamente el avión?

Por Marcelino Ortiz C.

[24.05.2004] – Hora 11:40 am de Cuba

Este año se festeja el centenario del denominado primer vuelo del hombre sobre la Tierra, pero también se desempolvan contradicciones sobre el verdadero inventor del avión.

En Estados Unidos, la paternidad absoluta se le da a los hermanos Wright, en tanto que los brasileños están indignados por la injusticia histórica contra uno de sus conciudadanos más renombrados: Alberto Santos Dumont.

Aunque vivió casi toda su vida en París, Santos Dumont era un hombre tocado con la gracia sudamericana, y fue muy popular tanto por sus hazañas amorosas como por sus peligrosas incursiones aéreas.

Según el libro Alas de Locura, el inquieto brasileño era dueño de una máquina voladora para llevarlo a donde quisiera: acudía a comer a los mejores restaurantes en su dirigible y hacia sus compras volando de un lugar a otro.

Fue el 12 de noviembre de 1906 cuando voló la distancia de 220 metros en las afueras de París a bordo de un artefacto que semejaba un cometa con alas cuadriculadas.

Como primer vuelo ante una multitud de espectadores, toda Europa lo reconoció inventor del primer avión o aeroplano.

Mucho después se vino a saber que Orville y Wilbur Wright habían superado tres años antes a Santos-Dumont en la localidad de Kitty Hawk, Carolina del Norte, el 17 de diciembre de 1903.

LOS NEO ZELANDESES TAMBIÉN

Mientras estos hermanos se llevan todo el crédito como pioneros de la aviación, Nueva Zelanda también redime a uno de sus ciudadanos como el inventor del avión.

El 31 de marzo de 1903, afirman familiares y amigos, Richard Pearse piloteó un monoplano de bambú sobre los abundantes pastos de su granja, antes de estrellarse abruptamente contra un seto.

El vuelo de Pearse, sostienen historiadores, ocurrió varios meses antes de que Orville Wright pilotease su Flyer Wright sobre las dunas de Carolina del Norte.

La división en Nueva Zelanda de la Real Sociedad de Aeronáutica lo nominó para el Salón de la Fama del Primer Vuelo, ubicado en Kitty Hawk, Carolina del Norte, pero dice que como sólo se admite a una persona cada año, Pearse no podrá ser admitido hasta 2005.

Por lo menos 20 familiares y otros habitantes del pequeño asentamiento rural de Waitohi, cerca de Timaru, reportaron haber sido testigos del primer vuelo del avión, impulsado por un motor que Pearse construyó.

Tratado como un tipo raro por sus vecinos e incluso por su familia, Pearse terminó en un hospital psiquiátrico, y murió totalmente sólo el 29 de julio de 1953, a la edad de 75 años, y sin que nadie le reconociera sus méritos aeronáuticos.

Hallazgos de partes oxidadas de uno de los motores y una hélice en un montón de desperdicios han sido usados para revivir su trabajo como pionero de la aviación.

Trabajando prácticamente solo, Pearse diseñó y construyó su avión de fuselaje ligero con alas rígidas, alerones, aletas y timón, los cuales podía mover el piloto con un instrumento de control, relata un libro.

Si de patrimonio se trata, sería muy difícil saber exactamente quiénes se llevan los lauros. Lo cierto es que en aquella época, las noticias demoraban meses y hasta años.

Sin lugar a dudas, fueron hombres extraordinarios, visionarios de un futuro inimaginable en su época, y que merecen un lugar preponderante en la historia de la aviación.

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