Por Jorge Rachid*
De que otra manera puede denominarse una comunidad, porque todos somos una comunidad, un pueblo, que desdobla su personalidad en corrientes de opinión tan contrapuestas, antagónicas que incluso en el caso de grandes sectores de capas medias de la sociedad, conciente o inconcientemente responden a intereses contrarios a su propio devenir, a su propia historia, tanto reciente como lejana, jalonada por acontecimientos que siempre fueron protagonizados por sectores de poder hegemónico nacionales al servicio de intereses extranjeros, tanto ingleses como norteamericanos.
Esas capas medias que en los últimos años revivieron de un estado terminal, muchos de ellos fueron reincorporados a la pirámide social de la cual habían sido excluídos por desocupación, por quiebras, por deterioro económico, por congelamientos salariales y hoy se constituyen en la punta de lanza de los sectores hegemónicos, que fueron desplazados del poder, por una nueva lógica, nacional, identitaria, soberana y comprometida con la comunidad nacional, antes que con esos intereses concentrados.
Llama la atención que esa lucha, en pleno desarrollo, con ataques feroces que despliegan una batería de complicidades desde judiciales a internacionales, desde procesos especulativos contrarios a los intereses del país hasta difamaciones sobre el gobierno en el exterior, sea acompañada por una ciudadanía que sin dudas se autoinmola en nombre de otros intereses, consignas vacías, proclamas bobas, agresiones gratuitas, estigmatizaciones sin fundamento, judicializaciones superficiales, construyendo su propio derrotero a futuros fracasos personales y sociales, que siempre les ha deparado el liberalismo en nombre de la «libertad y la democracia».
Con ese slogan no dudaron en masacrar al pueblo cuando lo consideraron necesario, no tuvieron tampoco pudor al provocar ingenierías sociales, que desplazaron a la periferia de la historia a millones de argentinos, que tenían una historia, un proyecto de vida para ellos y sus hijos, esos mismos argentinos que hoy, por presión mediática, por demandas mayores a su situación actual mejorada, por seguir corrientes de opinión «politicamente correctas», se suman pasiva o activamente a la lucha contra un gobierno, que con errores, defectos, equivocaciones estableció sin dudas un camino de recuperación nacional inédito en estos últimos 45 años.
Desde el Perón del 1° de mayo de 1974, que con su testamento político : Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, nos alertaba de los intentos del imperio por apropiarse de nuestros recursos naturales en especial agua corriente y sedimentos fósiles, a los que habría que agregar ahora litio como segunda productora mundial, de ese elemento indispensable de la era de las comunicaciones; desde entonces que no se producía en el país, desde el gobierno una reconstrucción del ser nacional de la magnitud que estamos viviendo, realizada sin costos sociales, al contrario, con inclusión social plena en especial de aquellos privilegiados del 49, los ancianos y los niños.
Algunos podrán aducir que nos falta mucho y es verdad, siempre en el camino de la ampliación de los derechos sociales, el escenario nos ofrecerá nuevos desafíos, nuevos contratiempos que debemos resolver.
De eso se trata gobernar en el marco de la Comunidad Organizada, es decir poniendo el interés del pueblo por delante de las demandas sectoriales, con la participación necesaria y la gestión indispensable, que permite tomar decisiones siempre acordes al pensamiento estratégico.
No se trata de emparchar, ni de ganar una elección, se trata de construir un futuro argentino que merezca ser vivido por nuestros hijos y eso lo está construyendo el peronismo desde el poder limitado que posee, como toda democracia, que convive con elementos residuales, estructurales y culturales del neoliberalismo, que hace 40 años irrumpió en el modelo social solidario, para quebrarlo, fragmentarlo, atomizarlo permitiendo de esa forma la incorporación del lucro como eje de construcción de un modelo social inhumano, monetarista que destruyó la cultura del trabajo a favor de la especulación, que reemplazó el esfuerzo y el sacrificio por el egoismo y el individualismo darwiniano, que llevó a la diáspora social.
No se hace lo que se quiere desde el gobierno, se hace lo que se puede en medio de una lucha que debe además de producir hechos, esclarecer culturalmente, afianzar identitariamente y promover cada día mas soberanía política e independencia económica.
Es dura esa batalla y por eso sectores impacientes, creen que el camino corto los llevará a la resolución mágica, cavando su propia fosa histórica nuevamente, como en el 55, el 66, el 76 y la aceptación pasiva de la invasión neoliberal democrática hasta el 2003, bajo el paraguas del Consenso de Washington. Lamentable en su perspectiva.
Esos sectores de nuestra comunidad que por un lado gozan los beneficios de un nuevo estado de situación económico social y por otro lo ponen en riesgo, con consignas simplistas, casi primitivas, son tres, que se repiten a lo largo de la historia.
Corrupción : fueron acusados Nelly Omar, Hugo del Carril, la tenista Terán, Carrillo, Discépolo, Manzi, Marechal, Cooke, Zampay, confiscados y presos y dejo afuera los protagonistas principales para no teñir el análisis. Se imaginan la historia como reinvindicó a cada uno de ellos, como a Evita, cuando escribían «viva el cáncer», como escriben hoy,»maten a la yegua». ¿Que les pasa compatriotas, el suicidio es vertebral a sus anhelos?
Inseguridad: bombardearon con aviones que decían en sus alas Cristo Vence, mataron 400 personas, hirieron 2.000 en el 55, porque el gobierno de Perón era violento, fusilaron a sus camaradas y civiles sin juicio porque pedían democracia en el 56, secuestraron cadáveres en especial el de Evita, reprimieron con muertes desde el 58, Plan Conintes, miles de presos en supuesta democracia frondicista, mataron y desaparecieron a Felipe Vallese, luego Musi , Retamar y Ríos en plena época del bueno de Ilía, los asesinados en Córdoba, Rosario, Corrientes, Mendoza, después los fusliamientos de Trelew, escarmiento sobre 22 militantes rendidos, siguieron el el 76 con 30 mil desaparecidos.
Todo eso el pueblo argentino ¿ no lo vivó como inseguridad?, sólo los llamados pibes chorros son la inseguridad, producto de esas políticas instaladas a sangre y fuego, por décadas, con generaciones de argentinos que no vieron trabajar a sus mayores, son los responsables de la inseguridad?.
No lo son las policías bravas que los usan, no lo son quienes utilizan las barras para comerciacilizar las drogas al amparo de poderes nacionales se internacionales que todos conocemos , como la DEA. No es tampoco cierto que la criminalidad en nuestro país sea de las mayores del mundo ni mucho menos, es de las menores de región y término medio mundial, según la UN.
Pero las pantallas chorrean sangre todo el día, no existe información nacional ni internacional, sólo aquella referida a los tres ejes del deterioro que ha elegido el poder desplazado para dar su batalla, los dos nombrados y la inflación, son tres ejes, de los cuales no se apartan, tienen libreto, reproducen en cadena, generan miedos, producen temor, llevan desánimo.
Aunque usted esté bien, la Argentina está mal, porque ellos lo dicen, los dueños de la información, los que quieren recuperar poder, los que lo dejaron sin trabajo y sin futuro, los que le arrancaron las ilusiones de vida, los que lo llevaron al taxi o al quiosco que no anduvo, esos le marcan el camino.
Inflación:nadie pregunta quien la origina, quien lanza las expectativas, quien aumenta los precios, quien se beneficia con esas medidas, ahora lo sabemos: son los que se llevan el dinero al exterior y dicen después que nos faltan divisas y que hay que devaluar. Otra vez sopa sobre los salarios.
Provocan la situación y se benefician de ella, generan angustias y acumulan ganancias, ganan en pesos y fugan dólares obtenidos por izquierda, no pagan impuestos a las ganancias y dicen que debemos bajar subsidios al pueblo, hay sequía y piden subsidio al agro, bajan las ventas y quieren créditos baratos, pero critican los planes proactivos PROCREAR, PROCREARAUTOS, CONECTAR, AUH, Trabajar Cooperativo, REPRO para sostener el empleo, PROGRESAR para terminar de estudiar.
Dicen que la inflación es porque tenemos emisión y por eso aumenta, sólo con ver la base monetaria, el M1 lo están desmintiendo. Otra falacia, otra mentira, otro misil destituyente.
En realidad vienen a restituir las AFJP. a privatizar YPF, quedarse con Vaca Muerta, el litio,bajar los planes sociales desde AUH, hoy un derecho instituído, hasta los de defensa del salario, devolver el Banco Central al servicio del sector financiero especulador, la Bolsa de Valores como timba institucional, la flexibilización laboral, el congelamiento de salarios, la suspención de paritarias y movilidad jubilatoria, derogar la ley de abastecimiento, los códigos civil y penal y tantas otras mas sancionadas en este período democrático.
Lo han expresado en sus discursos en las Cámaras empresarias los candidatos opositores, llevando música a los oídos de los gerentes multinacionales. Quienes estén de acuerdo con estos parámetros concientemente, me parece bien, están en una posición política de liberalización absoluta del Mercado como ordenador social, quienes crean que es el Estado el que debe ordenar socialmente la Argentina, piense para quien está jugando sus cartas a futuro, ya que los apetitos nacionales de los grupos concentrados e internacionales, de los especuladores y estafadores, que han saqueado al mundo, están voraces, y nuestro país es un bocado «di cardenal».
El peronismo históricamento como hoy se plantó frente a estos sectores, esto hoy ha sido comprendido por otros andariveles políticos que acompañan este proceso en la construcción del modelo social solidario del siglo XXl, por las fuerzas que antaño nos combatieron y hoy nos acompañan, bienvenidos sean al movimiento nacional y popular, asi entraron los Jauretche, los Manzi, los DÁlesandro, Bramuglia, Espejo, Puigross, Hernadez Arregui, Juan Jose Real, Abelardo Ramos, Rodolfo Walsh y tantos otros héroes, mártires y pensadores del campo nacional, que desde otras formaciones y pensamientos, comprendieron no sólo el fenómeno popular del peronismo, como Laclau, sino que profundizaron sus aspectos filosófico, políticos y doctrinarios, plasmados a través de Juan Domingo Perón en el Congreso de filosofía de Mendoza del 49 lo mismo que la Constitución Nacional de ese año y su testamento político, además de su innumerables libros y testimonios como «Actualización política y doctrinaria para la toma del poder» de 1972.
Este proceso político encabezado por Néstor primero y Cristina ahora, hace honor a esa historia, la testimonia, la afianza, la pone en valor y la proyecta con vigor y energía hacia el futuro.
Nuestro compromiso es profundizar y resistir en el camino de la militancia plena, peronista, nacional , popular, revolucionaria y latinoamericana, junto al pueblo argentino.
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