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CFK. 70º Asamblea General de las Naciones Unidas

septiembre 28, 2015

28–09–2015 / New York: La presidenta Cristina Fernández de Kirchner resaltó hoy ante la Asamblea General de la ONU la iniciativa argentina en su pelea con los fondos buitre, que motivaron la aprobación de nueve principios para reestructurar deudas soberanas, defendió el Memorandum de entendimiento con Irán para esclarecer el atentado a la AMIA y advirtió que «no se puede seguir con la hipocresía y el doble estándar en materia diplomática«.

Cristina inició su discurso ante la 70 Asamblea General, el octavo y último como primera mandataria, agradeciendo a la ONU por la aprobación el 10 de septiembre último de los nueve principios para reestructurar deudas soberanas impulsados por nuestro país, y consideró «un hecho muy importante» el acompañamiento por parte de 136 países de la iniciativa argentina.

Además, destacó en particular el noveno principio que reafirma «algo que sucede en casi todos los países, incluso aquí en los Estados Unidos«, al referirse a que si el 66% por ciento de los acreedores aceptan la oferta del país deudor, automáticamente se aprueba el pago acordado al total de los acreedores.

Cristina consideró a estos nueve principios como el «primer intento serio de razonabilidad y regulación al sector financiero» y apuntó contra el «hostigamiento» que sufrió la Argentina por parte de los fondos buitre y alertó sobre la «complicidad de cierto sector judicial» estadounidense.

«Argentina pudo reconstruir su economía y su sociedad cuando la política volvió a tomar el comando de la economía«, el 25 de mayo de 2003, tras la profunda crisis de 2001 y el posterior default, evocó la mandataria en referencia a la fecha de asunción presidencial de Néstor Kirchner.

Tras formular un repaso de las reestructuraciones de deuda argentina de 2005 y 2010, la jefa de Estado destacó la decisión política del entonces presidente Kirchner de reclamar a los acreedores que permitieran que «Argentina creciera para poder pagar» la deuda soberana del país.

En ese sentido, agregó que los mercados financieros «deben inyectar recursos a la economía real del mundo para generar producción y empleo”, para compensar «las desigualdades que existen entre los países”, señaló la jefa de Estado.

“El 1 por ciento de la población concentra el 50 por ciento de la riqueza a nivel global. ¿Cuánto tiempo puede sostenerse un mundo con tanta inequidad?”, se preguntó.

Por otra parte, la pidió a Estados Unidos su «colaboración» y datos sobre el ex funcionario de inteligencia argentino prófugo de la justicia, Antonio Stiuso, a quien no mencionó por su nombre, vinculado a la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman, y que se presume que permanece en ese país.

Sin mencionarlo, Cristina advirtió que «se está comprobando la vinculación total y absoluta (de ese hombre) con el fiscal» Nisman y pidió terminar con «la hipocresía y doble estándar en materia diplomática».

Además, la Presidenta rechazó que su gobierno tenga «complicidad» con Irán y preguntó: «¿Qué es entonces el presidente Barack Obama también? No se puede seguir con la hipocresía y el doble estándar en materia diplomática«, en referencia al acuerdo de no proliferación nuclear entre las potencias y el país persa.

En el último discurso de su mandato ante la ONU, Cristina tomó la palabra a las 19.15 (hora argentina), después del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, y antes de su par de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, por espacio de 35 minutos, y finalizó resaltando que América latina «pasó de ser la región de la desigualdad a ser la región de la inclusión y la integración«.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró hoy que la causa AMIA constituye una «telaraña de intereses externos» a Argentina y reiteró que durante la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman «comenzaron a aparecer datos estremecedores y vinculaciones entre servicios secretos con cuentas en el exterior y con fondos buitre«.

En su último discurso ante la 70° Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, recordó el pedido de Argentina para que la justicia norteamericana brinde «explicaciones» sobre las «condiciones en las que se encuentra (en ese país) este ex miembro de los servicios de inteligencia que estuvo 14 años en la investigación» del atentado a la AMIA, en alusión implícita al ex miembro de la ex SIDE, Antonio Stiuso.


PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION, DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, ANTE LA 70º ASAMBLEA GENERAL DE NACIONES UNIDAS, NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.

Muchas gracias; señor presidente de la Asamblea; señores miembros de esta honorable Asamblea: permítanme, en primer lugar, agradecer un hecho que fue muy relevante y que tuvo lugar, en este mismo ámbito, hace pocos días, para ser más exactos el 10 de septiembre de este año, cuando la Asamblea, por 136 votos positivos, decidió aprobar los principios rectores, los principios básicos para la reestructuración de las deudas externas de los países.

Este ha sido un triunfo muy importante, se han consagrado nueve principios, los tengo aquí anotados para no olvidarme de ninguno de ellos, que son los deben regir el tratamiento y la resolución, cuando se decide renegociar, por parte de un país, su deuda externa: soberanía de un país para decidir su política macroeconómica y también para decidir cómo va a reestructurar esa deuda; la buena fe; la transparencia, la imparcialidad en el trato equitativo para no distinguir entre los distintos acreedores y que todos sean tratados de la misma forma; la inmunidad soberana de jurisdicción y ejecución; la legitimidad; la sostenibilidad, tal vez uno de los principios más importantes porque habla de pagar la deuda, y honrar las deudas, pero no a costa del hambre y la miseria del pueblo, sino a través de un proyecto político y económico y de variables macroeconómicas que hagan sustentable el desarrollo y el crecimiento de una sociedad.

Y finalmente, tal vez el principio más importante que hoy esté faltando en materia de regulación para deuda soberana y que es un principio de lógica, que se aplica en todos los ordenamientos jurídicos internos, de casi todos los países del mundo: cuando una empresa quiebra, cuando una empresa no puede pagar sus deudas en cualquier país – inclusive en este – en los Estados Unidos, donde también está admitida la quiebra de los municipios cómo se logra el consenso, arribando a una mayoría calificada.

Cuando el 66 por ciento de los acreedores, aquí en Estados Unidos, también en mi país – la República Argentina – acuerdan con el deudor formas y plazos de pagos, esto se convierte en ley y es obligatorio para el resto de los acreedores. 66 por ciento, vuelvo a repetir. Aquí este principio consagra también que cuando las mayorías deciden una forma de pago esta debe ser aceptada por el resto.

Este acuerdo, este principio, estos convenios, que se han aprobado aquí, y que nosotros hemos decidido enviar a nuestro Parlamento para hacerlo un instrumento de orden público, una ley de orden pública que rija el ordenamiento interno de nuestro país, tuvo su origen en el default que la Argentina tuvo en el año 2000, el default más grande soberano de la historia.

El mundo, en ese momento, crecía a tasas más que buenas, sin embargo la Argentina quebró producto de un endeudamiento, que venía desde tiempo atrás; para ser más precisa comenzó con mucha fuerza, en 1976, cuando se quebró el orden institucional, cuando vino un golpe de Estado y comenzó a profundizarse, inclusive, durante la década de los 90, con el régimen de la convertibilidad, cuando nos hicieron creer a los argentinos que un peso valía un dólar. Esto finalmente culminó en el default, del año 2001y también en el quiebre de la institucionalidad, en una semana hubo cinco gobiernos.

La Argentina pudo reconstruir su economía, su sociedad cuando la política volvió a tomar el comando de la economía, a partir del 25 de mayo del año 2003, cuando la política retoma el comando de la economía y entonces se requiere convocar a los acreedores en una primera reestructuración, en el año 2005 y otra en el año 2010, ya durante mi presidencia; la primera fue durante la presidencia del Dr. Néstor Carlos Kirchner, quien en esta misma Asamblea, en su primer discurso, dijo que los muertos no pagan las deudas y que era necesario que los acreedores permitieran que Argentina creciera para poder pagar.

No fue una premonición, no fue que adivinó el futuro, simplemente fue que aplicó la lógica económica de que es imposible pagar una deuda si no tiene crecimiento la economía del país deudor.

Y allí comenzó, Argentina, su inexorable proceso de desendeudamiento, que tuvo que ver también cuando en el 2005, se decidió pagar la totalidad de la deuda al Fondo Monetario Internacional, que imponía las políticas macroeconómicas en nuestro país.

A partir de allí, la Argentina comienza a crecer y se engancha como un vagón más en la locomotora de los países emergentes, que eran los que venía sosteniendo el crecimiento sostenido de la economía internacional.

No nos olvidemos que el mayor crecimiento lo protagonizaron, precisamente, los países emergentes, encabezados fundamentalmente por los gigantes asiáticos.

Me tocó a mí, en mi primera intervención, como Presidenta de la República Argentina, en este mismo ámbito, en septiembre del año 2008, ver como ese tren que venía arrastrando al mundo, en un crecimiento sostenido se le puso otra locomotora en la punta.

Vieron esos trenes viejos, que tienen dos locomotoras: en una punta, China y el resto de los países emergentes tirando para el crecimiento, con tasas, que en el año 2007 – en el caso de China – alcanzaron 14 puntos de crecimiento del PBI y en el año 2008, explotó aquí –en Wall Street – con la caída del Lehman Brothers una crisis económica, que aún estamos viviendo, pero con varias modificaciones, porque la crisis empezó aquí, en el corazón de las finanzas mundiales; se venía pre-anunciando con la Crisis de la Subprime, en el 2007, y finalmente explota en el 2008.

El 2009, es el año de la caída mundial de la economía, salvo lo de los países asiáticos; hacia Latinoamérica decrecimos, en ese año 2009; en el año 2010, se transfiere la crisis a la zona del euro y se va al rescate – se le llamó así –de los países endeudados.

En realidad, todos sabemos que es un eufemismo, lo que se fueron a rescatar fueron los bancos; miles de millones de dólares se transfirieron a las entidades bancarias.

Aún recuerdo una discusión, en el G-20, en Londres, en el segundo G-20, donde nosotros sosteníamos que era necesario salvar a los bancos para no caer en una depresión, como la de 1930, pero era necesario, imprescindible una regulación, que permitieran que esa marea de recursos, que se inyectaban a los sectores financieros volvieran a la economía real, para entrar al circuito de la producción de bienes y servicios y comenzar a dar vueltas nuevamente en la rueda de crecimiento.

Nada de eso se hizo, al contrario, la contraprestación al rescate de países fue política de ajuste y la política de ajuste, que se le impuso a la zona del euro provocó la recesión de esta zona y la caída del empleo a niveles históricos nunca antes visto: en Italia, 25 por ciento de los jóvenes ó 50 por ciento de los jóvenes desempleados; en España también desempleo de dos dígitos y llegamos así al 2014, 2015 con una caída fuerte de la demanda mundial y entonces vemos como el tren de la crisis, la locomotora del Lehman Brother, que arrancó acá, en el corazón de Wall Street, pasó después a Europa; ahora intenta ser trasladada precisamente a las economías emergentes, que fuimos las que hemos sostenido, durante tanto tiempo el crecimiento de la economía.

Argentina formó parte y forma parte de ese crecimiento y este año, pese a las dificultades, pese al hostigamiento de los fondos buitres, que no cobran, pero tampoco dejan que lo hagan el 92,7 por ciento de quienes acordaron las dos reestructuraciones, con la complicidad de cierto sector judicial de este país pretendieron que le pagáramos al 7 por ciento 20.000 millones de dólares, cuando la reestructuración al 92 por ciento había sido de 42 millones de dólares.

¿Qué lógica capitalista, qué lógica matemática tiene esto? Cuánto duraría la reestructuración del 93 por ciento, si accediéramos a las demandas de estos verdaderos depredadores financieros pagándoles a ellos solamente el 7 por ciento, la mitad de lo que se le pagó al 92 por ciento.

Seguramente encontrarían algún juez con más lógica que diría: “no, está muy mal, no se le puede pagar al 7 por ciento la mitad de lo que se le ha pagado al 92 por ciento”. Máxime aún cuando algunos dicen que ese 7 por ciento compraron muchos de esos bonos cuando ya Argentina había defaulteado su deuda externa.

Por eso, esa aprobación de los principios básicos para la reestructuración de las deudas soberanas, que también ya tienen antecedentes con leyes anti-buitre, por ejemplo, en el Reino de Bélgica, significa no una ayuda a la Argentina, que está depositando el cien por ciento de lo adeudado a sus acreedores; es una ayuda para el resto del mundo, es un intento, el primer intento serio de poner razonabilidad y regulación a un sector, como es el financiero y de los derivados que a partir de transformación de bancos comerciales en bancos de inversión no ha tenido ningún tipo de intervención ni de contralor.

Por eso, decimos que esto que se ha aprobado, el 10 de septiembre, constituye un avance importantísimo que debe ser consecuencia, además, porque el mundo – señoras y señores – y no hace falta que se los diga yo, no está nada bien.

Podríamos hablar de las crisis de los refugiados, producto de los depredadores financieros en los países que no alcanzan a sostener a su gente y emigran, hacía Europa, en canoas, en balsas desde el África, o a los refugiados producto de los señores de la guerra.

Pero yo quiero hablarles también de un proceso de concentración económica inédita en el mundo. Según el último informe del Fondo Monetario Internacional el 1 por ciento de la población concentra, hoy, el 50 por ciento de la riqueza.

Aquí mismo, en este país, que supo protagonizar el sueño americano, el sueño de las clases medias americanas, que empujaba a tantos latinoamericanos y sigue empujando, todavía, a venir aquí, donde el 1 por ciento tiene más del 30 por ciento del total de la riqueza.

Cuánto tiempo puede sostenerse una sociedad, un mundo con ese grado de inequidad en materia de distribución del ingreso, con todo lo que eso conlleva.

Ayer, decíamos, en el Encuentro de Igualdad de Género, promovido por el Presidente Xi Jinping, de qué igualdad de género podemos hablar en un mundo, donde la distribución de los recursos es tan inequitativo; de qué igualdad de género podemos hablar en un mundo, donde se expulsan a la gente de sus países porque no pueden vivir y tampoco se las recibe adonde quieren ir.

Estamos ante una situación en la que debemos abordar la problemática de los mercados financieros y la necesidad de volver a inyectar recursos a la economía real para que vuelva el empleo, para que vuelva la producción como los grandes motores generadores de bienestar de las sociedades.

También quiero congratularme y felicitar a los Estados Unidos de Norteamérica, a la República Islámica de Irán y también al resto de los miembros del Consejo de Seguridad Permanente, más Alemania, por haber arribado a un acuerdo, en materia nuclear que ayuda a descomprimir la situación y da más certeza y seguridad a un mundo envuelto en conflictos y en belicismos.

Nosotros sabíamos de estas negociaciones, estábamos esperanzados en que el acuerdo finalmente llegara. Ustedes se preguntarán y cómo sabíamos. Simple, en el año 2010, nos visitó, en Argentina, Gary Seymour, en ese entonces principal asesor de la Casa Blanca, en materia nuclear.

Él nos vino a ver con una misión, con un objetivo que la Argentina que había provisto, en el año 1987, durante el primer gobierno democrático y bajo el control de OIEA, la Organización Internacional, en materia de control de armas y regulación nuclear, había provisto el combustible nuclear, del denominado reactor “Teherán”.

Gary Seymour, le explicó a nuestro Canciller, Héctor Timerman que estaban en negociaciones precisamente para llegar a un acuerdo y que la República Islámica de Irán no siguiera enriqueciendo uranio, lo hiciera a menor cantidad, pero que Irán decía que necesitaba enriquecer este reactor nuclear de Teherán y esto entorpecía las negociaciones.

Nos venía a pedir a nosotros, los argentinos que proveyéramos de combustible nuclear a la República Islámica de Irán. No estaba Rohani todavía, estaba Ahmadinejad, ya había comenzado las negociaciones.

Me acuerdo que el Canciller me vino a ver y me manifestó la propuesta que le había traído. Le había adelantado al enviado de la Casa Blanca que iba a ser muy difícil por la situación que Argentina tenía con la República Islámica de Irán, el atentado terrorista, que había sufrido la República Argentina, en la AMIA, el 18 de julio de 1994, y la decisión del juez de la causa de citar y acusar a cinco ciudadanos iraníes.

En este marco se tornaba imposible la contribución de la Argentina a este proceso de negociación que, reitero, ya estaba en el año 2010. Me vino a ver el Canciller y lo recuerdo muy bien, en mi despacho y le dije que si la petición se hacía por escrito y firmada, nosotros pese a todo íbamos a colaborar porque creíamos era muy importante lograr el objetivo de la no proliferación nuclear.

Ustedes saben que Argentina integra el selecto club de países productores de energía nuclear, pero que también somos líderes en materia de no proliferación. Por lo tanto, para nosotros la no proliferación nuclear es también una cuestión de Estado.

Así se lo transmití a mi Canciller, quien lo transmitió al enviado de la Casa Blanca, Gary Seymour, que aceptaríamos proveer el combustible porque era propiedad de la Argentina desde el año 87 y teníamos además, la técnica para hacerlo a cambio, obviamente, de que fuera solicitado por escrito y firmado. Así fue transmitido, creo que fue la última vez, luego de esa comunicación, que nuestro Canciller vio a Gary Seymour.

Por eso, cuando en el año 2013, la Argentina firma el memorándum de entendimiento precisamente con la República Islámica de Irán, precisamente para destrabar la cuestión judicial que tenía paralizada la causa desde años, tengan en cuenta que el atentado se produce en 1994 y estamos hablando del año 2013, otros gobiernos habían sucedido, otras cosas habían pasado, nosotros tratábamos porque estamos firmemente convencidos en la lucha contra el terrorismo, y también en la memoria y en la verdad y en la justicia, de llegar a aclarar, a encontrar a los culpables y castigar a los culpables.

Ese fue el objetivo del memorándum de entendimiento. Sin embargo parece que al firmar el memorándum de entendimiento, se hubieran desatado los demonios.

Al cabo del tiempo, cuando ahora el 2 de abril se firma el acuerdo entre los 5+1 e Irán, no ya con Ahmadinejad, pero Rouhaní, pero ya bien empezadas las negociaciones, uno se pregunta: ¿cuál era el motivo de oponerse si las críticas que se hacían que habíamos negociado con Irán, un simple acuerdo de cooperación judicial para que el juez de la Argentina pudiera tomar declaración a los cinco ciudadanos iraníes acusados en Teherán porque hay leyes que impiden la extradición de ciudadanos iraníes?

¿Cuál es el motivo? Lo escuché hoy aquí en boca de otro presidente cuando habló de la hipocresía en materia de las relaciones diplomáticas. Mucha hipocresía, mucha geopolítica mezclada en el medio y muy poco interés por saldar la memoria, la verdad y la justicia que exigen las víctimas y sus familiares.

Y más tarde, cuando enviamos este proyecto, este tratado al Congreso, que fue aprobado por el Congreso, yo le deseo fervientemente al Presidente Obama que su Congreso, el Congreso de los Estados Unidos apruebe también el acuerdo o, por lo menos, no lo trabe porque será una importante contribución a la paz mundial.

Nosotros somos coherentes, no es que lo que vale para nosotros no vale para los otros o, tal vez, utilizamos elementos o instrumentos que poco tienen que ver con los objetivos que declaramos para deteriorar la relación o la imagen de un país. Pero esta es la verdad de la situación.

Y, finalmente, el juez de la causa AMIA, también consideró viable para esclarecer y poder tomar declaración a los acusados, no lo hizo así un Tribunal de Alzada, y hoy la causa está paralizada virtualmente. Hoy podemos apelar a la buena voluntad únicamente de la República Islámica de Irán porque no tenemos otro instrumento para poder lograr la declaración de los iraníes.

Pero también han pasado cosas en mi país, la República Argentina. Hoy está en marcha el juicio de encubrimiento de las más altas autoridades y funcionarios de inteligencia y del Poder Judicial intervinientes en la causa AMIA desde el año 1994. Se ha abierto el juicio oral y público.

También, luego del desplazamiento que ordené de sectores de la inteligencia argentina por fuertes sospechas de entorpecer la investigación y de oponerse, precisamente, a lo que era destrabar la causa para ir a tomar declaración a los iraníes a fines del año pasado, produje el desplazamiento de algunos altos funcionarios, algunos de ellos que venían desde el año 1972, que pasaron por todas las dictaduras y también por todos los gobiernos, incluido también el nuestro y que hoy, están radicados aquí en Estados Unidos. A los pocos días de producirse este desplazamiento, se produce la muerte del fiscal Nisman a cargo de la causa.

Todo esto constituye algo más de lo que dije alguna vez. Yo sostenía siempre que la AMIA era un complicado tablero de ajedrez de la política internacional. Hoy siento que, además de ese tablero de ajedrez, es una telaraña, una telaraña de intereses externos a mi país; una telaraña en la que como en todas las telarañas solamente quedan atrapados los más débiles y los más chicos y los otros permanecen afuera.

En este juicio oral que se está llevando a cabo por encubrimiento, luego de catorce años de demora también en ser comenzado, también en la investigación que se está desarrollando por la muerte del fiscal Nisman, comienzan a aparecer datos reveladores y hasta estremecedores, señoras y señores, de vinculaciones con servicios secretos externos, con cuentas en el exterior, con vinculaciones con los fondos buitres, no denunciados por esta Presidenta, sino por propios miembros de la comunidad judía de mi país.

Yo no vengo acá a hablar con hipocresías ni con mentiras, vengo a contar las cosas que están pasando y también, hemos citado en una oportunidad, hace muy pocos días, al embajador norteamericano en nuestro país, para pedir explicaciones acerca de que en qué calidad se encuentra este exmiembro de los servicios de inteligencia argentina aquí en Estados Unidos. Él estuvo a cargo de toda la investigación de la causa AMIA desde el primer momento.

Cuando yo apenas era una diputada provincial allá en el Sur del país, en la Patagonia, donde era convencional constituyente cuando explotó la bomba en la AMIA, esta persona ya estaba a cargo de la investigación y ahora se está comprobando en la investigación sobre la muerte del fiscal Nisman, su vinculación total y absoluta con el fiscal y con otros personajes.

Nuestra embajadora en Estados Unidos entonces, por instrucciones de la Cancillería, ha presentado dos notas ante el Departamento de Estado y ha mantenido entrevistas con el Departamento de Estado también para requerir en carácter de qué se encuentra esta persona aquí en Estados Unidos, yo diría casi protegida, pero protegida no se sabe de qué ni de quién pero está aquí.

Y hace unos días, los nuevos fiscales a cargo de la causa AMIA, han pedido a Interpol que libre “orden azul”, esto es orden de paradero sobre esta persona. Con lo cual, como venimos haciendo desde el año 2007, primero el presidente Kirchner y, después yo, todos los años solicitando la colaboración de la República Islámica de Irán para el esclarecimiento del atentado, hoy también pedimos la colaboración de Estados Unidos.

La están pidiendo fiscales en nuestro país que quieren saber el paradero de este funcionario al que todos mencionan como muy vinculado a la causa e inclusive se menciona también en la causa de encubrimiento.

Ustedes se preguntarán por qué dedico tanto tiempo a este tema. Es mínimo al lado del tiempo que organizaciones pagadas por los fondos buitres, han dedicado en este país a criticarnos, a difamarnos y a agraviarnos como que éramos cómplices del régimen iraní. Si somos cómplices del régimen iraní, ¿qué es el Presidente Barack Obama entonces? ¿También?

Yo pienso que no se puede seguir con la hipocresía ni con el doble estándar en materia diplomática. No podemos seguir utilizando armas, instrumentos de intriga internacional dignos de John Le Carré, pero antiguos, señores, porque ¿saben qué?

El mundo de las comunicaciones, ese mundo de la globalización de Internet, que algunos soñaban con que iba a permitirles dominar mejor a todo el mundo, hoy también es un poderoso instrumento de comunicación para todo el mundo y para toda la aldea global donde al momento se sabe qué es lo que está pasando en un determinado lugar.

Por eso, en la Argentina, mi gobierno, nuestro gobierno va a seguir incansablemente buscando la verdad y la justicia en la causa AMIA. Solicitamos la colaboración, entonces, del país cuyos ciudadanos son acusados y de este país, Estados Unidos, para que también contribuya a aclarar la presencia de este ciudadano que va a ser requerido seguramente, como ya está siendo requerido por los organismos del Estado en nuestro país, la República Argentina.

Pero frente a este mundo de crisis económica, yo escuchaba atentamente algunos discursos hoy, y la verdad que los enemigos cambian y mutan con una velocidad asombrosa.

Recuerdo la última reunión de la que pude participar del G-20, en la anterior no pude hacerlo por razones de salud, en San Petersburgo, donde prácticamente quienes se enfrentaban al gobierno de Siria, los fighter freedom, los guerreros de la libertad, eran los que debían ser apoyados por todo Occidente.

Hoy, los freedom fighter forma parte del ISIS y la verdad, yo quiero preguntarles a ustedes, yo tengo un gran interrogante con respecto a cómo funciona este grupo islámico, aparentemente, quién lo financia, cómo se hace…porque cuando uno ve esas espantosas escenas donde se degüellan personas y donde uno observa claramente que hay tres o cuatro cámaras filmando la escenas.

A quienes nos gusta el cine, podemos observar claramente que no se trata de una filmación casera como acostumbraba a hacer grupos fundamentalistas o grupos guerrilleros que con una camarita o una foto filmaban. No, no, acá hay un despliegue casi cinematográfico, parecería casi una película de Fancis Ford Coppola por momentos, cuatro o cinco cámaras, con cámaras que nunca se ven. Sería bueno que nos preguntáramos cómo, de dónde se financia todo esto.

Esto ayudaría, con seguridad, a que el mundo pudiera encontrar las claves para combatir uno de los peores flagelos que tiene hoy la humanidad y que son los fundamentalismos de cualquier índole, dogmáticos, religiosos y fundamentalmente aquellos que consideran al prójimo un enemigo y un objetivo a ser eliminado.

Yo no quiero irme hoy de esta Asamblea solamente con problemas de deuda y de economía o atentados terroristas y complicidades internacionales. Quiero irme también haciendo un homenaje al continente del cual me siento hija, Latinoamérica.

Hace pocas horas, estuvo aquí precediéndome en el uso de la palabra un presidente y compañero, al que quiero y admiro, el presidente de Cuba, Raúl Castro, que luego de 17 años, Cuba retorna con su presidente aquí, al seno de la Asamblea.

Y la verdad que para nosotros los latinoamericanos, los integrantes del MERCUSUR, de la UNASUR, de la CELAC que tanto peleamos, que tanto debatimos, que tanto discutimos para que Cuba volviera a ser parte de los cuerpos multilaterales, hoy lo vemos como un triunfo de la perseverancia de la región y, fundamentalmente, de Cuba.

También reconocemos al gobierno de Estados Unidos que finalmente ha abierto su cabeza y ha comprendido que las cosas no podían seguir así.

Y también agradecer a otro latinoamericano que estuvo también en este mismo recinto, que tiene tal vez más autoridad que nosotros porque se sienta en el Trono de San Pedro en Roma, y que tuvo un papel descollante en la articulación entre Cuba y Estados Unidos y que vino aquí a decirle al mundo y desde aquí decirle al mundo que las finanzas no pueden seguir manejando la política.

Y que es fundamental un principio y un precepto que es entendido por todas las religiones: no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.

Como latinoamericana también la alegría de ver el otro día en La Habana la fotografía del presidente de Colombia, del presidente de Cuba y del representante de la FARC dando principio al fin de un conflicto que lleva más de cincuenta años y que intentaron terminarlo a bombazos y a fusil. Y no, los conflictos políticos, sociales, culturales no se solucionan a bomba y fusil, se solucionan hablando, dialogando y con aceptación del otro.

Y me congratulo de ser parte de esta región Latinoamericana donde no tenemos enfrentamientos religiosos ni culturales, donde además somos todos hijos o nietos de inmigrantes, donde seguimos recibiendo inclusive migraciones internas. En mi país, las universidades nacionales públicas y gratuitas, reciben estudiantes de todo el continente, no le ponemos tarjeta roja a nadie, porque consideramos la necesidad de articular y de contribuir a un mundo más justo.

Por eso digo que Latinoamérica, de haber sido tal vez el emblema de la desigualdad, con el crecimiento que han logrado los gobiernos nacionales, populares y democráticos que algunos llaman populistas pero que hemos incorporado millones de compatriotas a los bienes culturales, educativos, de la salud, de la vivienda, de la educación, hoy decimos que somos un continente en crecimiento, un continente en integración.

Y tal vez, esta contribución que hemos hecho desde la Argentina, a la que le soltaron la mano en el 2001 y que hemos podido reconstruir nuestro país, hoy Argentina va a crecer al 2,7 por ciento del PBI, nos permite decir que la inclusión, que el crecimiento, que el desarrollo, que la producción, que el comercio solamente se va a reactivar a partir de incorporar a los millones de personas que han quedado sin trabajo, a mejorar el salario de los que ganan miserias, a respetar los derechos de los jóvenes y de los niños y, en síntesis, a ser una sociedad más justa, más equitativa y más igualitaria.

Muchas gracias a todos y a todas. (APLAUSOS) 


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EEUU. Cuba. Bloqueos y desbloqueos

diciembre 20, 2014

Desbloqueos

 Por Luis Bruschtein

DesbloqueosCon Perón, Argentina fue el primer país latinoamericano en romper el bloqueo a Cuba en 1974.

Es la primera vez –dijo Fidel en esa ocasión– que se presenta esta situación en que un país con una actitud política toma una decisión por la que las empresas (transnacionales) se ven en la necesidad de acatar la política del Departamento de Estado o acatar la política del país donde residen. Este convenio es el más importante de todos, inclusive a nivel mundial, porque significa un rechazo por parte de Argentina a la política de bloqueo contra Cuba.”

El ministro era José Ber Gelbard, pero la orden de abrir el comercio exterior argentino, desideologizarlo y sacarlo del control norteamericano fue de las primeras que recibió de Perón durante las reuniones en Madrid, antes de asumir el gobierno. Fue una decisión que ni siquiera pudo tomar el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile.

Los gobiernos menemistas estuvieron en los antípodas del peronismo a pesar de haber surgido de sus filas. Las “relaciones carnales” con Estados Unidos, y su afinidad con el gobierno derechista español de José María Aznar, los convirtieron en un títere activo –y penoso– de la política impulsada por Washington contra los cubanos.

El gobierno del radical Fernando de la Rúa, con fuerzas supuestamente progresistas, mantuvo esa misma línea de subordinación a Estados Unidos en general y anticubana en especial.

Entre fines de los ’80 y principios de los ‘90, se empezaron a delinear organismos regionales que servían de canal a esas políticas: la histórica OEA controlada por Estados Unidos y el Grupo Río, heredero del Grupo Contadora.

El Mercosur se mantuvo como un sello congelado, cuando en realidad se buscaba la conformación del ALCA. Mientras se atacaba a los cubanos, se consentía el autogolpe de Fujimori en Perú, o se ponían de acuerdo para proteger a Pinochet del juez Baltasar Garzón, y se amnistiaba a los genocidas argentinos.

Néstor Kirchner retomó la línea de Perón. El 25 de mayo de 2003, Fidel Castro fue uno de los invitados principales en el contexto de un mundo que lo satanizaba como impulsor de un terrorismo que había terminado cuando las guerras ideológicas se convirtieron en cruzadas religiosas. El acto público de Fidel desde las escalinatas de la Facultad de Derecho simbolizó el fin de las relaciones carnales.

Entre fines del siglo pasado y principios del actual, cuando reventaron las economías neoliberales en el continente y comenzaron a surgir gobiernos populares y heterodoxos, se remodelaron también las herramientas de integración.

En un mundo en transición, unipolar y sin Guerra Fría, el neoliberalismo conservador –la ideología triunfante y extendida con la globalización– se mostró inestable, de plazos cortos y generador de tensiones explosivas en la sociedad, lo que llevó a una crisis tras otra que terminaron por involucrar también al gran triunfador de la Guerra Fría.

En consecuencia, en América latina decayeron la OEA, las Cumbres Iberoamericanas y el Grupo Río y se rechazó el ALCA, al tiempo que se relanzaba el Mercosur con obras de infraestructura, estableciendo puentes de tipo cultural y político y se incrementaba el intercambio regional.

Se detuvieron golpes antidemocráticos en Bolivia, se condenaron los golpes en Paraguay y Honduras y se sumaron nuevas incorporaciones. La vida política del continente se fue alejando de la hegemonía norteamericana. Surgieron nuevas herramientas de integración como la Unasur y la Celac, que integraron a Cuba pero mantuvieron fuera a Estados Unidos.

Desde allí se presionó para que la OEA integrara a Cuba. Los reclamos contra el embargo norteamericano a Cuba y contra la presencia colonial británica en Malvinas se convirtieron en banderas regionales.

Estados Unidos mantiene su hegemonía mundial, aunque cuestionada por rebeliones variadas, como los gobiernos populares latinoamericanos por un lado y, por otro carril, los fanatismos religiosos en Medio Oriente, o los resurgimientos de China y Rusia.

Son tironeos con lógicas diferentes entre sí y diferentes a los de la Guerra Fría y, en ese contexto, la persistencia del bloqueo a Cuba se convirtió en un objeto de museo. Paradójicamente aparece como expresión del atraso cultural y político de la potencia que triunfó en la Guerra Fría.

La sociedad política norteamericana mostró más dificultad que el resto del mundo para entender los cambios que su propia hegemonía militar y económica habían provocado. Durante más de diez años, las votaciones en la ONU para terminar el bloqueo ponían en evidencia ese retraso.

Estados Unidos, con dos o tres aliados, frente al resto del planeta. En los últimos meses, The Washington Post y The New York Times empezaron a airear esa paradoja, más o menos desde la misma época en que habían comenzado las conversaciones secretas.

Recién ahora, Estados Unidos termina de ponerse en sintonía con los cambios que produjo en el planeta. Pero lo tiene que hacer un presidente que ya no está preocupado por elecciones.

Desde la lógica de la sociedad norteamericana, el restablecimiento de relaciones con Cuba y la moderación del bloqueo drenan votos, pese a que en poco tiempo serán las medidas por las que recuerden a ese presidente en la historia.

Es como si hubiera una regla a la inversa entre el tamaño de la potencia militar y económica y la pobreza del pensamiento político en una sociedad que ha buscado convertirse en centro irradiante hacia el mundo.

En el centro de esa irradiación está la satanización y el desprecio a todo lo que no responda al liberalismo económico a rajatabla, a la ética del individualismo egoísta, a la riqueza desmedida como patrón de éxito en la vida.

Son los valores que llevaron a las mayores crisis de su historia a países como Argentina, que con el menemismo y la Alianza fue discípula predilecta de esta escuela. Y son los valores que llevaron a las crisis de Europa y de los mismos Estados Unidos.

Cuba es un capricho para Washington, que a su vez está confrontado y esquizofrénico entre lo que simboliza haber elegido al primer presidente negro de su historia y los fanáticos religiosos del Tea Party que abominan de la teoría de la evolución.

La pequeña isla con once millones de habitantes a los que no puede doblegar es una obsesión para la potencia que controla la vida de miles de millones de personas. Y también una consigna electoral para la Florida.

Para los cubanos residentes en Miami, e incluso para algunos de los opositores internos, el bloqueo a Cuba se convirtió en un negocio, una forma de ganarse la vida, de juntar votos, de juntar dinero para fundaciones, campañas, sellos y conspiraciones.

De ese discurso viven miles de activistas anticastristas profesionalizados en Miami y en Cuba, más grandes multimedios y empresas inmobiliarias y de turismo, senadores, gobernadores y diputados.

Como parte de la Guerra Fría, la CIA les abrió puertas para los grandes negocios que cierra a otros inmigrantes latinos y construyó con ellos en Miami el sueño dorado americano que debía competir con la austera utopía revolucionaria. Todavía hay cubanos que piensan que la vía al capitalismo para ellos sería como ese espejismo de Miami y no como la realidad de Santo Domingo o Haití.

Si se restablecen las relaciones diplomáticas y se acaba el bloqueo, ese andamiaje que sostiene a tantas familias en la prosperidad dorada de los anticastristas corre el riesgo de derrumbarse. La inmigración cubana dejaría de ser una aristocracia favorecida en comparación con las otras corrientes migratorias.

Para todos ellos, la decisión de Obama es casi una declaración de guerra contra su calidad de vida. Sus voces indignadas en defensa de la libertad en realidad defienden sus intereses materiales. Un sector de la sociedad norteamericana tiende a convertir en ideología a la maqueta de plástico que construyó en Miami como propaganda política.

Es un camino que llevó al hundimiento de su economía. Hay otro camino que se visualiza con timidez en el escenario norteamericano y con apariencia menos llamativa que los fuegos artificiales de Miami y la épica nazi del Tea Party.

Un camino que ha mostrado destellos en la elección esperanzadora de Barack Obama, el primer presidente negro en un país con mucha discriminación, o en esta decisión de normalizar las relaciones diplomáticas con un país vecino, o en las luchas para abrir la inmigración.

En ese camino, Cuba, que ha sido fundamental en el proceso de paz en Colombia y que ha sido el país más solidario y comprometido en la lucha contra el ébola en Africa, tiene algo para enseñar.


Las negritas y cursivas y algunos enlaces no pertenecen al texto original. Son un modo de destacar y facilitar mi propia lectura de porciones que considero de mayor relevancia.


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CFK habló frente al Consejo de Seguridad de la ONU

septiembre 24, 2014

24–09–2014, Nueva York: La Presidenta habló frente al Consejo de Seguridad de la ONU, en donde expresó que «los fondos buitre realizaron un formidable lobby en el Congreso Norteamericano» en relación al nuevo marco internacional para las reestructuraciones de deuda.

La mandataria explicó frente al Consejo de Seguridad de la ONU que los fondos buitre realizaron un lobby frente al acuerdo argentino con Irán por el memorando de entendimiento firmado en 2012, en pos de avanzar en la investigación del atentado a la AMIA.

«Ahora se encuentran los cancilleres de ambos países, Irán y Estados Unidos, cuando la Argentina recibió fuertes críticas a partir de la firma de ese convenio, en el que nos acusaron de acordar con iraníes«, expresó Cristina ante los integrantes del Consejo.

A continuación, la Presidenta de la Nación se expresó respecto a los grupos violentos «que establecen que hay algo que no está bien y que alimentan la lógica terrorista del crédito de sangre permanente«. La agresión en medio oriente «tiende a complicarse y debe parar«.
«Mi país no vende ni produce armas, sino que somos un país que produce energía, que tiene petróleo. Hay que entender y saber cuáles son los elementos más adecuados para combatir el terrorismo«, finalizó Cristina.


PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE LA REUNIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE NACIONES UNIDAS, DESDE NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. 

Bueno, la verdad que saludo a todos y cada uno de los mandatarios y mandatarias, que integran este Consejo de Seguridad: vengo con algunas certezas y con algunos interrogantes, también, a participar en esta reunión del Consejo, sin lugar a dudas para aprobar la resolución que hemos acordado; sin lugar a dudas también para condenar decidida y definitivamente al terrorismo.

Mi país, la República Argentina, junto a los Estados Unidos de Norteamérica, fueron los países del continente americano, que fueron objetos de salvajes atentados terroristas: en 1992, se voló la Embajada de Israel, en Buenos Aires; en 1994, la sede de la AMIA. A partir de allí, también, tengo muchos interrogantes porque con todo esto que está sucediendo, este fenómeno que apareció ahora, el ISIS, algo desconocido el año pasado, es como que desde 1994, que sucedió esto en la Argentina, en aquel momento en mi país y en el mundo se decía que Hezbollah había sido responsable de la voladura de la AMIA; hoy Hezbollah es un partido en el país del Líbano; luego, en el año 2006, la Justicia de mi país, a raíz de la creación de una Unidad Fiscal Especial, impulsada por el Presidente Kirchner para investigar a fondo el atentado que se había producido – reitero – en 1994.

Hace 20 años, este año, que se produjo el atentado, sin que todavía se hayan podido juzgar a los culpables y a partir de esta investigación, que realizó este fiscal, decidió, el juez de la causa, imputar a ciudadanos iraníes: 8 ciudadanos que viven en Teherán.

A partir de allí, el Presidente Kirchner, primero, y quien les habla, después, desde el año 2007 hasta el año 2012, pedimos en cada una de las Asambleas que se celebraban, aquí, en Naciones Unidas, la cooperación de la República Islámica de Irán para poder interrogar a estos acusados. Es más, ofrecimos alternativas – como el caso Lockerbie – ofrecimos alternativas de un tercer país, donde ser juzgados.

Finalmente, en el año 2012, el canciller iraní nos propone una reunión bilateral, y a partir de allí se formula – en el año 2013 – un Memorándum de Entendimiento para la Cooperación Judicial entre ambos países, con el único objeto de que los ciudadanos iraníes pudieran prestar declaración ante el juez, porque en mi país no existe en el sistema judicial argentino la condena en ausencia, deben ser interrogados, deben ser juzgados y esto hace a la vigencia de la Constitución y de los derechos fundamentales.

A partir de la firma de ese convenio, tanto dentro de mi país organizaciones de la comunidad, que siempre nos habían acompañado en el reclamo de cooperación contra la República Islámica de Irán, nos acusaron de que estábamos acordando con los iraníes y realmente nos surgió una duda de que si cuando se nos reclamaba que reclamáramos cooperación al Estado de Irán se hacía con la intención realmente de lograr esa cooperación o de crear un casus belli.

Y también en este país, fundamentalmente, los denominados fondos buitres hicieron un formidables lobby ante el Congreso americano, esto puede registrarse en los sitios web de los fondos buitres, de la Task Force, en donde ponían fotos mías con Ahmadineyad, donde parecía ser y si así se lo denominaba al Estado Terrorista Islámico hasta el año pasado, era condenable hace un memorándum de entendimiento de cooperación judicial.

Con sorpresa realmente, pero no con disgusto, con sorpresa, pero no con disgusto porque nada que sea diálogo puede ser malo, nos enteramos que durante el fin de semana el jefe del Departamento de Estado de este país se entrevistó con su par iraní, en un conocido hotel de esta ciudad, a fin de abordar el problema de ISIS.

Ustedes saben que son sunitas y quienes gobiernan Irán son chiitas para ver qué grado de cooperación o de avances en el programa nuclear se podía hacer y, entonces, observo como un discurso mucho más amigable y amistoso hasta de quienes, el año pasado, se nos acusaba junto a nosotros o de haber hablado con ellos de ser terroristas. No me parece mal el diálogo y bienvenido sea; creo que el diálogo siempre es bueno entre las naciones.

Pero las preguntas que me hago, es que desde aquel atentado, de 1994; pasando por el atentado de Al Qaeda, a las Torres Gemelas, ideado y plasmado por Osama bin Laden, que tampoco surgió como un hongo después de la lluvia. Osama bin Laden fue entrenado, junto a los talibanes, para enfrentar a Rusia, durante la Guerra Fría, a Afganistán, ese extraño país, del que solamente salió vivo Alejandro Magno, como digo yo. Pero realmente la pregunta es ahora también surgió la famosa Primavera Árabe, en la cual todos eran aparentemente luchadores de la libertad, Freedom Fighters y donde a partir de la Primavera Árabe iban a surgir nuevas democracias y resulta a ser que muchos de los Freedom Fighters de la Primavera Árabe resultaron ser muchos fundamentalistas, que hoy, recibieron entrenamiento militar en esos momentos y hoy están combatiendo en el ISIS y reclutando jóvenes.

Les aclaro, como nota de color, que también he sido amenazada por el ISIS, en mi país se está investigando en la Justicia una amenaza que sobre mi persona ha hecho el ISIS. Yo realmente no creo mucho que el ISIS se ocupe de la Presidenta de la República Argentina, sinceramente lo creo así.

Y los motivos por los cuales han dicho que me han amenazado y que van a atentar contra mi vida es mi amistad con el Papa Francisco y el hecho de que reconozco y propugno la existencia de dos Estados: el Estado de Palestina y el Estado de Israel para que puedan convivir pacíficamente.

Yo he anotado, acá, algunas preguntas que me surgen, porque también en el interregno de todo esto había aparecido Sadam Hussein con armas químicas en Irak, con el cual se libró una batalla, finalmente se terminó con Sadam Hussein y luego Irak se fue complicando cada vez más, y es como que el mundo se va complicando cada vez más y que el escenario, que teníamos el año pasado, donde parece ser que lo más importante era Irán y su amenaza nuclear, ahora, ya ha dejado de ser esto y ha pasado a ser el ISIS, unos nuevos terroristas, que no sabemos quién les compra el petróleo, no sabemos quién le vende las armas, no sabemos quién los ha entrenado, porque obviamente manejan recursos económicos, manejan recursos armamentísticos, manejan recursos de difusión francamente cinematográficos, lo cual me lleva a plantear interrogantes acerca de qué es lo que está pasando y fundamentalmente de cómo hacemos para combatir eficazmente el terrorismo porque evidentemente la respuesta militar, que obviamente hay que defenderse frente la agresión, sin lugar a dudas, nadie lo pone en cuestión, está claro que la forma en que se ha venido combatiendo al terrorismo no es la adecuada porque cada vez se complica más, cada vez son más grupos, cada vez son más violentos, cada vez cuentan con más poder.

La lógica indica que si yo estuve observando una determinada metodología para combatir un problema y ese problema, en lugar de desaparecer o disminuir, aumenta y se agrava, al menos, tengo que revisar la metodología y los métodos que estoy llevando adelante porque algo no está andando bien.

No digo que tenga la verdad revelada acerca de lo que hay que hacer, no digo que tenga la certeza absoluta de cómo hay que hacerlo, lo que sí sé es que hay un viejo dicho en mi país que dice que lo único que no se puede hacer con los caníbales es comérselos.

Y me parece que lo más importante es que entendamos que la lógica del terrorismo es la de lograr una reacción exactamente  simétrica en violencia y en ataque para justificar en crédito de sangre permanente, porque por cada uno, van dos, y si le mataron dos, son tres, y si le mataron tres son cuatro, es el crédito de sangre permanente.

Y además, en un marco el de Medio Oriente, donde se sigue sin reconocer al Estado de Palestina donde hemos visto el uso desproporcionado de la fuerza contra población civil en Palestina y donde no hemos visto caer a ninguno de los líderes que tiraban cohetes para el otro lado. Al contrario, hemos visto morir niños, mujeres y ancianos inocentes. Esto sigue alimentando cada vez más a estos grupos.

Por eso digo que, más allá de esta Resolución, que compartimos, que aprobamos de ayudar, de acompañar pero, sinceramente, sería muy falsa, muy cínica si viniera a decirles acá que estamos acertando en el método. Me parece que la situación en Medio Oriente tiende absolutamente a complicarse.

Es más, como miembro de G-20, el año pasado, en San Petersburgo, no tan lejos, fue en noviembre, si mal no recuerdo, todavía no hace un año, se consideraba la posibilidad de que el gran enemigo era el gobierno de Siria y que los que lo combatían eran los Freedom Fighters.

Bueno, se ha descubierto que muchos de los Freedom Fighters ahora forman parte del ISIS. Entonces, ¿quiénes eran los que alimentaban a los opositores y les daban armas y les daban recursos como Freedom Fighters, luchadores de la libertad?

Entonces, creo que replantearse un montón de cosas, sobre todo aquellos que cuentan con mucha información, mucha más información por supuesto de la que cuento yo como Presidenta de la República Argentina, ustedes se imaginarán que mi país no produce armas, no vende armas, al contrario, tenemos que comprar petróleo porque nos falta energía, aunque tenemos un gran yacimiento que nos convierte en el futuro en grandes proveedores…y no sé si alegrarme cuando digo esto porque cada país que tiene gas y petróleo tiene grandes problemas.

Pero lo cierto es que somos un país que no produce armas, somos un país que compra energía, somos un país que no cuenta con toda la información que cuentan las grandes potencias.

Pero muchas veces, creo que, además de contar con información, hay que entender lo que pasa en cada sociedad, en cada pueblo y tratar de ver cuáles son los instrumentos más adecuados para combatir en serio al terrorismo.

Porque no sería nada extraño que el año que viene, en el 2015, haya desaparecido el ISIS y haya aparecido cualquier otro grupúsculo con algún nombre extraño, con actitudes todavía más virulentas y más violentas, bueno, y, finalmente, no hagamos más que profundizar.

También para finalizar, Presidente, no se preocupe que ya termino, creo que también una cuestión fundamental en esta lucha, es el respeto por los derechos humanos.

Y lo hablamos por qué. Lo hablamos desde un país que sufrió una dictadura genocida sin precedentes y que también actuó una Justicia sin precedentes, acá no hubo necesidad de hacer un Tribunal de Núremberg ni de recurrir a juzgar a los dictadores al Tribunal de La Haya, fue la propia Argentina, nuestro propio sistema judicial, el que enjuició y condenó a quienes habían sido responsables, inclusive también, de la muerte de ciudadanos y ciudadanas francesas, como las monjas francesas, y ciudadanas suecas también desaparecidas.

Con lo cual, creemos que tenemos algunos antecedentes para poder hablar de la necesidad de que la lucha esta se lleve a cabo en un marco de juridicidad y de respeto a los derechos humanos que nos garanticen precisamente, no seguir retroalimentando el monstruo.

Muchas gracias, señor Presidente.


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CFK habló en la 69º de la Asamblea General de la ONU

septiembre 24, 2014

24–09–2014, Nueva York: La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, inició su discurso pasadas las 15.30 de la tarde, y saludó a todos los dirigentes presentes comentando «el momento especial que está pasando el mundo, pero sobre todo que está atravesando nuestro país«.

Al explicar la continuidad de la deuda externa argentina, adquirida por una Dictadura Militar cruenta, la mandataria señaló el modelo de desarrollo y crecimiento que desde el 2003 «el Gobierno viene sosteniendo, a través de la adopción de políticas de inclusión y de desendeudamiento a través de pagos a los organismos multilaterales y acreedores«.

«Argentina ha pagado más de 190.000 millones de dólares, porque reestructuramos la deuda a través de dos canjes de deuda en 2005 y 2010«, expresó la mandataria y aclaró que el país pagó totalmente la deuda del Fondo Monetario Internacional. También mencionó los juicios del CIADI, iniciado «por acción de gobiernos anteriores que terminaron en el tribunal del Banco Mundial, así como la recuperación del 51% de la empresa petrolera Repsol«.

A la hora de destacar el leading case relacionado al conflicto con los fondos buitre, la Presidenta aclaró que los «fondos buitre son indignos moralmente, y hoy Argentina con la complicidad del sistema judicial de Estados Unidos está siendo acosada por los que no entraron a la reestructuración del 2005«.

Espero que para el año que viene podamos «haber construido el marco regulatorio para que a ningún otro país le pase lo que le está pasando a Argentina, que va a pagar su deuda pese al acoso de los fondos buitre«. Los fondos buitre, sumó la mandataria «desestabilizan la economía, casi llegando a un terrorismo económico y financiero provocando hambre y miseria a partir del pecado de la especulación«.

El apoyo a la posición argentina en la disputa con los fondos buitre incluye una innumerable cantidad de declaraciones de premios Nobel de Economía, líderes políticos y empresarios, además del respaldo de las naciones del G77+China, la UNASUR, el Mercosur, representaciones gremiales de todo el mundo y, por si fuera poco, del propio Papa Francisco.


PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE UNA LA ASAMBLEA GENERAL DE NACIONES UNIDAS, DESDE NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. 

Querida presidenta, querida compatriota; señoras y señoras jefes y jefas de la distintas delegaciones, que conforman Naciones Unidas: quiero dirigirme a ustedes en un momento muy particular no solamente del mundo, sino también de mi país, quiero comenzar reflexionando sobre las palabras con que abrió esta Asamblea, número 69, su secretario general, el señor Ban Ki-Moon, repasó parte o gran parte de los problemas, de las tragedias, de las calamidades que hoy conmueven al mundo y creo – si mal no recuerdo – que textualmente afirmó que “estas turbulencias – así las definió – que hoy sacuden al mundo ponen en peligro la multilateralidad”.

Yo creo sinceramente que gran parte de los problemas que hoy tiene el planeta, en lo económico y financiero, en materia de terrorismo y de seguridad, en materia de fuerza e integridad territorial, en materia de guerra o de paz se debe precisamente a lo contrario, a la ausencia de una multilateralidad efectiva, concreta y democrática.

Por eso, quiero especialmente, hoy, comenzar agradeciendo y felicitando a esta Asamblea General por la sanción de la resolución, número 68/304, que se produjera, el pasado 9 de septiembre, por la cual se decidió, por fin, por amplia mayoría de 124 votos positivos abocarse, esta Asamblea, a la construcción de una Convención Multilateral, que genere un marco jurídico regulatorio, en materia de reestructuración de deudas soberanas, de todos los países. (APLAUSOS).

Una tarea que nos debíamos, yo he concurrido a estas Asambleas, desde el año 2003: primero, como Senadora; luego – a partir del año 2007 – como Presidenta y siempre veníamos reclamando la reformulación de los organismos de los Consejos de Seguridad, como también del Fondo Monetario Internacional.

Partíamos de la experiencia de lo que le había sucedido a la República Argentina, mi país, hoy me atrevo a decir en este contexto internacional y global, mi país, la República Argentina es un triple leading case en materia económica financiera; en materia de terrorismo y seguridad y también en materia de fuerza e integridad territorial.

En lo primero, en lo que hace a una crisis económica y financiera, que se disparó para el resto del mundo, a partir del año 2008, y que aún persiste y que ahora comienza a amenazar a las economías emergentes, quienes hemos sostenido, durante la última década, el mayor crecimiento económico.

Me refiero que esa crisis, del año 2008, mi país la vivió en el año 2001, cuando se produjo el default de deuda soberana más importante del que se tenga memoria.

En aquel momento, la República Argentina había logrado con la anuencia también de los organismos multilaterales, porque cuando se debe, señores, el 160 por ciento del PBI, la culpa no es solamente del deudor, sino también de los acreedores.

Y desde la dictadura, del 24 de marzo de 1976, pasando por la etapa del neoliberalismo, en la cual la Argentina era presentada como una alumna dilecta en las asambleas del Fondo Monetario Internacional, finalmente acumuló una deuda sin precedente, que la hizo implosionar, no sólo en términos económicos, sino también en términos políticos. Llegamos a tener cinco presidentes, en una sola semana.

Allí nadie se hizo responsable de lo que había pasado en la Argentina, nuestro país tuvo que arreglarse como pudo y en el año 2003, un Presidente – que había llegado al gobierno únicamente con el 22 por ciento de los votos – a los pocos meses de asumir se presentó, en esta Asamblea, y sostuvo que era necesario generar un modelo de crecimiento y desarrollo para el país, para que la nación pudiera hacer frente a sus deudas.

Porque sostuvo – en una metáfora más que interesante – que los muertos no pagan sus deudas y que es necesario que los países puedan vivir, desarrollarse y que ese nivel de deuda – vuelvo a repetir- 160 por ciento del PBI – no era solamente responsabilidad del país; que asumíamos como país el haber adoptado políticas que nos habían impuesto; que asumíamos nuestra responsabilidad, pero que también pedíamos y pretendíamos que los organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional y los propios acreedores, que había prestado a tasas usuarias, en aquel momento, y se les reconoció hasta el 14 por ciento en dólares, a quienes depositaban en la República Argentina, también asumieran parte de la responsabilidad de ese endeudamiento.

Y ese hombre, que asumió con el 22 por ciento de los votos; el 25 por ciento de desocupación; con el 54 por ciento de pobreza y 27 por ciento de indigencia; sin educación; sin salud; sin seguridad, al cabo del tiempo con un modelo de desarrollo y crecimiento, pudimos no solamente generar millones de puestos de trabajo, millones de nuevos incluidos en el sistema previsional, jubilados y pensionados; generar una participación de 6 puntos del Producto Bruto, destinado a la educación; destinar ingentes sumas de dinero a la infraestructura del país, en materia de caminos, escuelas, centrales nucleares, centrales hidroeléctricas; generación de redes de agua, de gas de electricidad, que hoy cruzan todo el país, en un proceso de inclusión social sin precedentes, que nos hizo reducir la pobreza y la indigencia a un solo dígito y que hoy el propio Fondo Monetario Internacional reconoce, que el crecimiento económico, realizado por la Argentina – entre el año 2004 y 2011 – es el tercero, a nivel global, en calidad de crecimiento; solamente superados por Bulgaria y por China, siendo –en la región latinoamericana – hoy el de mejor calidad de crecimiento y también el de mejor poder adquisitivo del salario de nuestros trabajadores y del mejor ingreso previsional.

Y todo esto lo hemos logrado, también, haciéndonos cargo de la deuda, que otros generaron. Porque bueno es también recalcarlo, que nuestros gobiernos no fueron los que declararon el default, tampoco fueron los que lo endeudaron, fuimos – sencillamente – los que nos hicimos cargo, como correspondía y pagamos, desde el año 2003 a la fecha, más de 190.000 millones de dólares.

Repito la cifra: más de 190.000 millones de dólares porque reestructuramos la deuda defaulteada con el 92, 4 por ciento de los acreedores, en dos canjes de deuda: uno, el que realizó el Presidente Kirchner, en el año 2005; otro, el que realizó esta Presidenta, en el año 2010.

Lo cierto es que logramos que el 92,4 por ciento de los acreedores de la Argentina regularizaran su situación y desde allí se comenzó a pagar regularmente. No solamente allí, sino que también pagamos totalmente la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que venía sosteniéndose con bicicleta financiera permanente, a través de los denominados stand by y pudimos cancelar también la deuda con el Fondo Monetario Internacional.

También, hace pocos meses, concluimos la negociación de una deuda, que databa del año 1956, con el Club de París.

Para que ustedes tengan una idea, esta Presidenta tenía tres años cuando esa deuda comenzó a generarse, y el ministro de Economía de mi país, que discutió la reestructuración y la renegociación de esa deuda con el Club de París no había nacido, en el año 1956, y sin embargo llegamos a un acuerdo con 19 ministros de Economía, de la Unión Europea, para finalmente reestructurar la deuda y ya pagamos la primera etapa, de 642 millones de dólares.

Tampoco termina allí, logramos también regularizar la situación de los juicios del CIADI, en el Banco Mundial, juicios que realmente habían comenzado, no por actos o acciones cometidos, durante nuestros gobiernos, sino por acciones de gobiernos anteriores, que terminaron demandándose ante el tribunal, del Banco Mundial, también allí lo solucionamos, como también llegamos a un arreglo con Repsol, cuando decidimos recuperar el control de nuestros recursos energéticos y expropiamos el 51 por ciento de las acciones de la empresa petrolera, también reestructuramos esa deuda y llegamos a un acuerdo.

Todo esto lo hemos hecho, además, con recursos propios, sin acceso al mercado de capitales, porque la Argentina – producto del default, del año 2001 – tenía vedado el acceso a los mercados de capital. Fíjense ustedes, un proceso de inclusión social sin precedentes y por qué digo sin precedentes.

Sé que algunos en mi país dirán que hubo durante de la década de los cincuenta, procesos de inclusión similares, pero ¿saben cuál es la diferencia?, que nosotros ese proceso de inclusión lo iniciamos desde la bancarrota total y absoluta, en pleno default.

Logramos remontar el default, logramos incluir a los argentinos, logramos crecimiento social con inclusión, logramos desendeudarnos y hoy, además, tenemos una ratio de deuda de las más bajas del mundo.

¿Y dónde está el otro leading case del que quería hablarles? Lo que pasa ahora, con la aparición de los denominados fondos buitres.

No es un término acuñado el de los fondos buitres por ningún líder populista sudamericano, tampoco es un término acuñado por ningún gobernante africano, pese a que los países del África también han sido grandes víctimas de estos fondos buitres.

Uno de los primeros dirigentes, a nivel global, que los mencionó fue en esta Asamblea, en el año 2002, el entonces primer ministro inglés, Gordon Brown, puede estar la versión taquigráfica para ser controlada y registrada, donde los mencionó como algo indigno moralmente que restan esfuerzos a todos los países para hacer frente a los verdaderos problemas de la pobreza, de la salud y la educación.

Y hoy, Argentina con la complicidad del sistema judicial, de este país, está siendo acosada por estos fondos buitres.

¿Quiénes son estos fondos buitres? El 1 por ciento de los que no entraron a la reestructuración que hicimos en el 2005. No podían entrar porque recién habían comprado bonos, en el año 2008. Ustedes saben son fondos que se especializan – su nombre así lo indica- en comprar fondos o títulos de países que han defaulteado su deuda o están próximos a hacerlo para, luego, no ir a reclamárselo al país, sino entablar juicios en distintas jurisdicciones y obtener ganancias exorbitantes.

Yo no hablaría de ganancias, porque lo que se le ha reconocido a ese 1 por ciento en un juicio aquí, en la jurisdicción de Nueva York, ha sido un tasa de 1.608 por ciento, en cinco años, en dólares.

Díganme ustedes, si hay alguna empresa, si hay algún emprendimiento, algún inversionista que logra una rentabilidad en dólares, de más de 1.600 por ciento, apenas en 5 años.

Por eso, el nombre de fondos buitres y hoy están obstruyendo el cobro de quienes confiaron en la Argentina, de ese 92,4 por ciento y por eso yo celebro que esta Asamblea haya tomado el toro por las astas y espero que, entre este año y el próximo, antes que se celebre nuevamente la Asamblea General del 2015, hayamos podido construir, porque de eso se trata: de un ejercicio de multilateralismo activo y constructivo, hayamos podido arribar a ese marco regulatorio de reestructuración de deuda soberanas para que ningún otro país, le pase lo que hoy le está pasando a la Argentina, un país que tiene capacidad de pago, voluntad de pago y que va a pagar su deuda, pese al acoso de estos fondos buitres. (APLAUSOS).

Fondos buitres que además amenazan y hostigan con acciones sobre la economía de nuestro país, provocando rumores, infamias y calumnias desde lo personal hasta lo económico y financieros, de modo tal de actuar como verdaderos desestabilizadores de la economía, casi una suerte de terrorismo económico y financiero.

Porque no solamente son terroristas los que andan poniendo bombas, también son terroristas económicos los que desestabilizan la economía de un país y provocan pobreza, hambre y miseria, a partir del pecado de la especulación y es algo que debemos decirlo con todas las letras.

Por eso, abogamos fuertemente porque ese convenio multilateral alumbre con prontitud, con celeridad. No por la Argentina, sino por el resto del mundo y porque además creemos que un equilibrio económico y financiero, que ataque las desigualdades económicas y sociales entre los países y adentro de cada una de las sociedades va a ser también un gran antídoto contra aquellos que reclutan jóvenes.

Porque no tienen esperanzas, porque no tienen futuro y los enrolan en cruzadas locas que luego todos tenemos que lamentar. No podemos solamente ver la superficie de los fenómenos, tenemos también que adentrarnos profundamente en las causas que movilizan.

Y también hablaba de mi país como un triple leading case también en materia de terrorismo y seguridad. Y también mi país, el único país junto a Estados Unidos de Norteamérica en todo el continente americano, que fue objeto de atentados terroristas, dos atentados terroristas. Uno en el año 92, cuando se voló la Embajada de Israel y, segundo, en 1994, cuando se voló la sede de la AMIA. Este año se cumplen 20 años de la voladura de la AMIA.

Y me atrevo a decir frente a esta Asamblea y con la presencia de algunos familiares de las víctimas que siempre nos han acompañado, que el gobierno que encabezó el presidente Kirchner, fue el que más profundizó y el que más hizo por develar quiénes eran los verdaderos responsables, no solamente porque abrió todos los archivos de inteligencia de mi país, no solamente porque creó una unidad fiscal especial de investigación, sino también porque reclamó cuando en el año 2006 la Justicia de mi país acusó a ciudadanos iraníes de estar implicados en la voladura de la AMIA, fue el único presidente y luego también yo, que se atrevió a proponer, a pedir a la República Islámica del Irán, que colaborara, que prestara cooperación con la investigación.

Este pedido se produjo intermitentemente desde el año 2007 en adelante, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011 hasta que finalmente, la República Islámica de Irán accedió, porque antes ni siquiera podíamos tenerlo como parte de la agenda, accedió a una reunión bilateral que luego se llevó adelante y que motivó la firma entre ambos países de un memorándum de entendimiento de cooperación judicial. ¿Para qué? Para lograr que los ciudadanos iraníes que estaban acusados y que por supuesto viven en Teherán, en la República Islámica de Irán, pudieran declarar ante el juez.

¿Qué pasó cuando firmamos este memorándum? Pues pareció que se desataron los demonios internos y externos.

Las instituciones de origen judío que nos acompañaron todos los años, se volvieron de repente en contra, todos los años nos habían acompañado aquí a pedir la cooperación.

Cuando se decide hacer la cooperación a través del instrumento, nos acusan de complicidad con el Estado de Irán. Lo mismo sucedió aquí en este país cuando los fondos buitres hicieron lobby ante el Congreso americano diciendo que nosotros éramos socios de la República Islámica porque en ese momento no se le decía República Islámica como le dicen ahora, se le decía por algunos el Estado Terrorista de Irán.

Hicieron lobby e inclusive en sus sitios de la web colocaban fotos mías junto a las del entonces presidente Ahmadineyad como si fuésemos socios.

Hoy, esta semana, nos venimos a enterar que en un emblemático hotel de esta ciudad, el Waldorf Astoria, se reúne el Canciller de este país, el jefe del Departamento de Estado con su par iraní. No tenemos críticas para ellos, al contrario, todo lo que sea diálogo, todo lo que sea entendimiento nos parece muy bien.

Lo que sí nos gustaría preguntarles a los que acusaban a Irán y los calificaban de terroristas y el año pasado, no estoy hablando de hace un siglo, el año pasado, qué dirán hoy, qué dirán hoy los que el año pasado también cuando hablaban de los que hoy conforman el ISIS, muchos de los que eran denominados como freedom fighters, que peleaban en Siria contra el gobierno de Al Asad, hoy forman parte del ISIS.

Y yo creo que acá está el otro problema que tenemos frente a la inseguridad y frente al terrorismo. Que desde las grandes potencias se cambia con demasiada facilidad el concepto de amigo-enemigo o de terrorista-no terrorista.

Y el problema es que tenemos que definir de una buena vez por todas, que no podemos seguir utilizando a la política internacional o a la posición geopolítica para poder dirimir posiciones de poder.

Y lo digo desde ser una militante contra el terrorismo internacional e, inclusive, como nota de color, se está tramitando también en la Justicia de mi país una amenaza que me ha llegado aparentemente del ISIS por dos razones: una, por mi cercanía con Su Santidad, el Papa Francisco, y, la otra, porque reconozco la necesidad de la existencia de dos Estados como es el de Israel y el de Palestina.

Que dicho sea de paso, vuelvo a reclamar, por favor, a esta Asamblea, el definitiva reconocimiento de Palestina como un Estado más integrante pleno de esta Asamblea. (APLAUSOS)

Allí vamos a empezar a desatar alguno de los nudos gordianos, no hay un solo nudo gordiano, son varios. Allí vamos a empezar a desatar alguno de los nudos gordianos de la cuestión de Medio Oriente.

El reconocimiento del Estado de Palestina, el derecho de Israel a vivir en sus fronteras, pero también el derecho de Palestina a que no se utilice contra ellos el uso desproporcionado y desmedido que ha provocado la muerte de cientos de niños y mujeres, cosa que condenamos como condenamos también a aquellos que atacan con misiles a Israel.

Fundamentalmente, creemos que en épocas de buitres económicos y halcones de la guerra, necesitamos más palomas de la paz para construir un mundo más seguro, necesitamos más respeto al derecho internacional, necesitamos más igualdad de tratamiento entre los que estamos aquí sentados.

Porque también escuché por parte de un mandatario hoy por la mañana, hablar del uso de la fuerza para atentar contra la integridad territorial o para no respetar la integridad territorial de un país.

Aquí también la República Argentina es leading case, porque también tenemos pendientes de hace más de cien años con el Reino Unido el reclamo de soberanía y el reclamo de esta Asamblea para que se siente el Reino Unido con Argentina a discutir la cuestión soberana de Malvinas. Allí nadie se preocupa, allí no hay ningún veto del Consejo de Seguridad.

Porque lo que pasa es que la Argentina no forma parte del Consejo de Seguridad ni de la naciones que deciden en el mundo. Y mientras esto suceda, mientras valga más el voto de los cinco permanentes que estén sentados en el Consejo de Seguridad, que el voto de la Costa de Marfil o de Ghana o de Kenia o de Egipto o de Uganda o de Argentina o de Bahréin o de Emiratos Árabes, nada se va a solucionar. Solamente serán discursos que daremos acá todos los años sin que arribemos a ninguna solución. (APLAUSOS)

Debemos luchar, esta Asamblea debe retomar los poderes que ha delegado, poderes que ha delegado en un Consejo que luego casi parece una paradoja, la Asamblea tiene que pedirle permiso al Consejo para ver qué es lo que decide o si entra algún miembro. Cuando debemos rescatar que esta Asamblea, la soberana, la de Naciones Unidas, donde cada uno de nosotros valemos un voto, la verdadera democracia global.

Cuando esta democracia global se cumpla a rajatabla, no digo que se va a solucionar absolutamente todo, pero creo que va a haber principios de solución.

Yo no soy ni pesimista ni optimista, quiero ser realista. En todo caso, entre el pesimismo y el optimismo, elijo siempre el optimismo, pero con realismo, porque el optimismo sin realismo, o es ingenuidad o es cinismo. Y no quiero ser ingenua ni cínica frente a todos ustedes.

Quiero decirles realmente lo que pensamos desde mi país, desde ese lugar que viene reclamando desde hace mucho tiempo la reforma de organismos de seguridad, la reforma del Fondo Monetario Internacional.

Fíjense ustedes, en el año 2003, parecía casi imprescindible reformar el Fondo Monetario Internacional. Hoy ya casi nadie se acuerda de pedir la reforma del Fondo Monetario Internacional porque ha perdido protagonismo en todas las decisiones.

Es más, el propio Fondo Monetario Internacional y su titular y otra extitular como Anne Kruger, están pidiendo también una regulación en la forma de reestructurar las deudas soberanas.

Porque mientras no haya un tratado internacional aprobado por esta Asamblea, por más cláusulas que impongan las reestructuraciones, nunca faltará algún juez como Griesa, en algún lugar del mundo que diga que eso no vale nada y quiera aplicarle a un pobre país tasas usurarias para desangrarlo.

Es eso lo que está pasando, porque en definitiva, me parece que lo que se quiere tirar abajo, es la reestructuración de la deuda soberana que con tanto trabajo hemos realizado el pueblo argentino.

Yo quiero también, porque antes de venir aquí estuve en Roma entrevistándome con otro compatriota que hoy ocupa un lugar de fuerte liderazgo, no solamente religioso, sino también moral y de ejemplo, y quiero traer fundamentalmente el mensaje de paz, de construcción de la paz.

Si queremos realmente combatir el terrorismo, trabajemos por la paz; no se combate el terrorismo haciendo sonar los tambores de la guerra. Al contrario, es lo que quieren precisamente, una reacción simétrica para que entonces…a comenzar la rueda, siempre haya un crédito de sangre que reclamar.

Por eso creo que es importante que reaccionemos profundamente acerca de estas cuestiones. Y traerles, por sobre todas las cosas, la certeza de que si esta Asamblea, si estas Naciones Unidas recupera su liderazgo, si esta Asamblea recupera su mandato ante la inobservancia por parte de muchísimos países de los derechos internacionales que sí le aplican a otros pero que no reconocen para ser aplicados a ellos mismos, estoy segura que habremos contribuido fuertemente en la construcción de la paz, en la lucha contra el terrorismo en la cual nadie va a estar ausente pero, fundamentalmente, en dejarles a nuestros hijos un mundo mucho mejor del que hoy tenemos.

Porque y para finalizar, quiero recordar que el año pasado, los problemas eran otros, el año pasado se hablaba de otros problemas y de otros peligros en materia de seguridad.

Hoy han cambiado, los que ayer eran malos, hoy no parecen tan malos; los que ayer tenían que ser invadidos y arrasados, hoy parece ser que están colaborando para el ISIS desaparezca.

Y mañana, primero fue Al Qaeda, y pregunto yo Al Qaeda y los talibanes, dónde aparecieron, de dónde sacan las armas, de dónde sacan los recursos. Mi país no produce armas, quiénes son los que les venden las armas.

Luego aparecieron los que iban a ser la Primavera Árabe y que finalmente resultaron no ser tan primavera, sino más bien algo de otoño y casi un invierno, en el cual pasaron de luchadores por la libertad también a personas que, bueno, que merecían ser perseguidas y encarceladas.

Ahora es el ISIS, este nuevo engendro que ha aparecido terrorista degollando gente por televisión en verdaderas puestas en escena que uno se pregunta cómo, desde dónde, porque permítanme, me he tornado absolutamente desconfiada de todo después de ver todas las cosas que han pasado.

Y que las cosas que pasan por televisión en las series que tanto nos entretienen y nos divierten, son pequeñas ficciones al lado de la realidad que tenemos que vivir hoy como mundo.

Por eso, es bueno que nos preguntemos cómo va in crescendo esto y cómo van surgiendo cada vez más y mayores problemas, que le hacen decir al Papa que estamos viviendo prácticamente una tercera guerra.

Es cierto, una tercera guerra que ya no es de las guerras convencionales que vivimos en el siglo XX, sino que son guerras focales en donde realmente las únicas víctimas terminan siendo las poblaciones civiles.

Por eso, dentro de unos instantes, en el Consejo de Seguridad en el cual temporalmente formamos parte, queremos plantear algunas de estas cosas, algunos interrogantes.

No tenemos certezas, no tenemos verdades absolutas, pero tenemos muchos interrogantes y queremos preguntárselos a aquellos que poseen mucha más información que nosotros, muchos más datos que nosotros, que cuentan con redes de información mucho más profundas que mi país.

No sea cosa de que de tanta información, de tantos datos se tenga mucha información pero realmente se sepa mucho, pero realmente se comprenda poco de lo que pasa. Porque hay que comprender lo que está pasando para poder encarar una resolución definitiva.

Agradezco profundamente una vez más la voluntad política de los países, de los 124 países que acompañaron la Resolución 68/304.

Sé, como todos lo saben, de que hubo presiones también para que no tuviéramos ese número o para que no hubiera votación, pero creo que el ejercicio del multilateralismo práctico, efectivo y democrático de esa Resolución, demuestra que no todo está perdido.

Por el contrario, está en las manos de cada uno de nosotros, de cada uno de nuestros países abordar la solución real y efectiva de los problemas que hoy tiene el mundo.

Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS)


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CFK. Reunión con dirigentes de centrales gremiales internacionales

septiembre 22, 2014

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE UNA REUNIÓN CON SINDICALISTAS INTERNACIONALES, DESDE NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. 

22–09–2014 / En principio, muy buenas tardes a todos y a todas: quiero agradecer a las representantes y a los representantes sindicales más importantes, a nivel global, algunas como Sharan, con la que ya hemos estado reunidas, junto a otros sindicalistas, en diversas oportunidades, y yo quisiera, en este lugar, que también tiene una connotación, este espacio no solamente del Consulado, sino este salón, en especial, yo vine a hablar en este salón como candidata a Presidenta, en el año 2007, me acompañaba Daniel Filmus, que era el ministro de Educación del Presidente Kirchner y habíamos convocado, en este lugar, a científicos y científicas argentinas, que se habían ido del país, en diferentes etapas históricas, algunos durante la dictadura, por motivos de persecución política; otros, con las diferentes crisis económicas, a partir de la falta de oportunidades, y porque, inclusive, durante la década de los 90 a nuestros científicos y científicas se los había mandado a lavar los platos.

En definitiva, nos encontramos con ellos, en aquella oportunidad, e intercambiamos muchísimas opiniones y creo que allí fue donde yo anuncié que iba a crear el ministerio de Ciencia y Tecnología, cosa que hice ni bien asumí como Presidenta. Y había un nuevo científico, que estaba, que me vino acompañando y que era el titular de la Agencia de Inversiones, del ministerio de Educación, un científico como Lino Barañao, convertido en ministro de Educación.

Yo quiero comenzar con lo que dijo Sharan, ella habló de un virus y todos nos referimos a este episodio de la Argentina con los fondos buitre, que es que leading case, en Argentina, pero este virus no apareció, ahora, este virus, bacterias o como quieran llamarlos, comienza cuando el neoliberalismo implanta en el mundo, caído el Muro de Berlín, la ideología que se había acabado la historia y que no había otro modelo de desarrollo que el que planteaba ese neoliberalismo que significaba la Teoría del Derrame, derrame que nunca llega, el achicamiento de las conquistas sociales, porque esto daba competitividad a la economía y comienza una transformación.

Ustedes fíjense que durante la década de los 90, surgen los denominados bancos de inversión. Hasta ese momento los bancos eran comerciales, bancos que intermediaban en el mundo de la economía y que es correcto, a través del crédito, para las empresas, para generar trabajo, para que las empresas puedan crecer, tener mayor rentabilidad y si tienen mayor rentabilidad puedan invertir más, un desarrollo de un capitalismo normal.

A partir de la generación y la aparición de los denominados bancos de inversión comienzan a generarse lo que se llaman los derivados financieros, y que vienen a contrariar la esencia misma del capitalismo. ¿Por qué? Porque el capitalismo, se lo mire desde la ideología que se lo mire, necesita per se articular la fuerza de trabajo y la fuerza del capital.

El dinero para poder reproducirse tiene que pasar por el circuito del trabajo, o sea de la producción de bienes, de servicio, de innovación, de tecnología, de investigación, porque el dinero no se reproduce a sí mismo porque alguien apuesta sobre un modelo o un diseño financiero que no tiene ningún sustento ni ningún anclaje en la producción de ideas, de trabajo físico, de cosas, de bienes, vuelvo a reiterar y yo creo que ahí comienza y empieza una suerte de degeneración cada vez más grande del sistema, hasta llegar ya al caso de los fondos buitre, que son su máxima expresión.

¿Por qué es su máxima expresión? Porque directamente ya ni siquiera invierten en derivados financieros, ya ni siquiera son bancos de inversión que asesoran para que se compren bonos, en tal parte, o asesoran fondos de pensión o invierten en fondos de pensión.

No, simplemente están esperando los fondos buitre que un país esté al borde del default, que alguien se esté muriendo, como cuando los buitres revolotean, para comprar títulos de ese país, a muy escaso precio; si el valor nominal de ese bono es 100 pesos, lo compran a 8 pesos, a 7 pesos, a 5 pesos y luego, ni siquiera, les interesa ir a reclamarlo al país, en una reestructuración de deuda, sino ir a litigar, a hacer juicios para luego obtener – y acá quiero detenerme, en lo que hablaba Víctor Báez – que se refería a eso de ganar rápidamente.

No estamos ante un problema de ganancia rápida, estamos ante un problema de usura internacional, que es otro tema totalmente diferente.

Yo tampoco voy a ser tan ingenua de pensar que las empresas no quieren ganar rápidamente y que cada una quieren recuperar lo más rápidamente el capital que han invertido. Podemos discutir si esto es ético, si no lo es, si me gusta, si no me gusta, pero esto sucede.

Acá no estamos ante esto, porque para que ustedes tengan una idea, la Argentina, que reestructuró el 92,4 por ciento de su deuda soberana, ha pagado – desde el año 2003, a la fecha – 190.000 millones de dólares, repito la cifra: 190.000 millones de dólares, entre tenedores de bonos, deuda que no había sido defaulteada, que estaba performing, y también organismos multilaterales, o sea ha cumplido rigurosamente sus obligaciones, tanto la que reestructuró Néstor Kirchner, con el 76 por ciento, en el año 2005, como la que me tocó completar a mí, con el 92,4 por ciento, en el año 2010, o sea es con una rentabilidad más que atractiva.

Por ejemplo alguien que ingrese, si hoy el señor Paul Singer, o cualquiera de los fondos, que están haciendo juicio ingresarán a la Ley de Pago Soberano, que hoy ha sido abierta para el cien por cien de los acreedores, inclusive aquellos que tienen entablado juicio contra la Argentina, cosa que no sucedía ni en el canje 2005, ni en el canje 2010, porque en esos canjes si alguien tenía juicio contra la Argentina debía renunciar al juicio y recién podía renunciar al canje.

Ahora no, aún con juicio pueden ingresar al canje. Ahora, de ingresar al canje obtendrían – en dólares – una rentabilidad, aproximada a partir de los 48 millones de dólares, que invirtieron, cuando compraron esos bonos ya defaulteados, la mayoría, en el año 2008 una ganancia, en dólares – desde el año 2008 a la fecha – superior al 300 por ciento.

Ustedes que tienen fondos invertidos como trabajadores en fondos de inversión díganme ¿quién les paga una renta, en ocho años, en dólares, del 300 por ciento?

¿Cuánto es la renta que le están pagando sus fondos de inversión, anuales? 4; 3; 5 por ciento, ni 5 por ciento, le deben estar pagando un 3 ó un 2 por ciento anual.

Bueno, estos fondos, con lo cual estoy hablando de cosas concretas, no estoy hablando ni de teoría, ni de ingenuidades, ni de utopías, estoy hablando de números.

A ustedes, los trabajadores, sus fondos de pensión, les pagan un interés, anual, en dólares, del 2 ó 3 por ciento. Bueno,  acá de ingresar al pago soberano estarían cobrando más de 300 por ciento de rentabilidad, con lo cual vemos que en realidad el problema es, primero, de usura, pero yo creo que va más allá de eso.

Yo creo que, además, Argentina ha demostrado, en estos diez años, porque hemos pagado 190.000 millones de dólares y hemos desarrollado un modelo de inclusión social y de reindustrialización del país que nos ha permitido superar la crisis, que provocó precisamente el altísimo endeudamiento, que llegó a ser del 160 por ciento del PBI; generar millones de puestos de trabajo; con la última moratoria previsional podemos decir que el cien por cien de las personas, en condiciones de obtener una jubilación o una pensión, en la Argentina, pueden acceder con un modelo de inclusión social, lo cual nos ha permitido también poder desarrollar un fuerte mercado interno.

Ha sido también muy favorable para países como Estados Unidos, y también se lo quiero decir a Cathy, para que pueda exponerlo ante sus propios compañeros. Ustedes, en estos últimos diez años, las exportaciones de Estados Unidos a la Argentina, o sea los bienes y servicios, que producen los trabajadores norteamericanos, bajo la forma de bienes y servicios, han crecido al 260 por ciento.

Vuelvo a repetir: Estados Unidos ha aumentado sus exportaciones a la Argentina un 260 por ciento, casi el doble de lo que ha aumentado sus exportaciones al resto del mundo, o sea el modelo argentino de crecimiento y desarrollo, no ha sido un mal negocio para los Estados Unidos, e inclusive el segundo inversor en nuestro país, son empresas estadounidenses y les reitero, ha crecido un 260 por ciento, con un superávit comercial de balanza – solamente en bienes – de 15.000 millones de dólares, a favor de Estados Unidos.

Si además le anexamos servicios estaríamos prácticamente en el doble de superávit comercial, algo que le conviene al país, a sus trabadores, a sus empresarios, a sus empresas, en general. Y por si esto fuera poco, la Argentina no ha crecido en sus exportaciones en igual modo a Estados Unidos, hemos crecido menos de 50 por ciento y aún tenemos fuertes barreras para-arancelarias con la carne, con los limones, en fin, proteccionismo muy desarrollado.

Ustedes saben que Estados Unidos es el país que más denuncias tiene en la Organización Mundial de Comercio por proteccionismo, sin embargo viven hablándonos del libre comercio y dándonos clases del libre comercio a todos, cosa en la cual nadie cree, ni tampoco los que lo dicen, pero – en definitiva-  nosotros tampoco les creemos, nosotros creemos en la Administración de Comercio, porque creo que es la defensa también que cada país hace de sus trabajadores, de sus empresas y de sus fuentes de trabajo.

Pero quiero reiterar esto, porque la Argentina ha revelado una voluntad de pago, como nunca antes ningún gobierno, no solamente eso, siendo Presidente Néstor Kirchner pagó y canceló totalmente la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que venía de stand by, en stand by y cada seis meses llegaba un Virrey diferente del Fondo Monetario, a decirnos qué teníamos que hacer los argentinos, lo mal que nos portábamos los argentinos, a proponer una nueva flexibilización laboral.

Me tocó como Senadora, porque puedo hablar con conocimiento de causa, no llegué a Presidenta – como algunos creen – por estar casada con Néstor Kirchner, es más fui Gobernadora en la provincia de Santa Cruz, antes que él fuera Gobernador y me conocían más a mí como legisladora nacional, que cuando él era gobernador de la provincia de Santa Cruz, pero bueno la misoginia es la misoginia en todas partes y no podemos apartarnos.

Las compañeras me deben entender porque ellas deben haber pasado muchas veces por lo mismo, pero lo cierto es que nosotros hemos tenido una voluntad de pago muy fuerte. Veníamos de stand by, en stand by, como les venía relatando, hasta que Néstor decide cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional.

Y ahora, recientemente, hemos también abordado el problema que teníamos con el Club de París, una deuda que tuvo su origen, en el año 1956, cuando cae – me voy a corregir el gobierno peronista no cayó, no iba en el colectivo y se cayó – cuando fue derrocado, por un golpe de Estado, el gobierno del General Perón, y a partir de allí se generó una deuda, en el año 56, con unos 19 países de Europa, y se genera lo que se conoce con el nombre de Club de París, se arrastraba desde el año 1956 esa deuda, y finalmente, este año, por instrucción de esta Presidenta, el ministro de Economía, Kicillof, se reunió con los miembros de la Unión Europea, con 19 ministros de la Unión Europea, y pudimos también encarar la negociación y ya realizamos el primer pago con el Club de París, por 642 millones de dólares.

Bueno es resaltar que todo esto: los 190.000 millones de dólares de pago, la cancelación del Fondo Monetario, el arreglo con el Club de París, la generación de millones de puestos de trabajo, de millones de jubilados, de miles de empresas, de reindustrialización del país se hizo sin acceso al mercado de capitales, o sea no nos endeudamos más, no fuimos a pedir dinero para hacer estas cosas, porque dado el default, del año 2001, no teníamos acceso al mercado de capitales, por lo cual ha sido un esfuerzo puro del conjunto de la sociedad argentina: de sus trabajadores, de sus empresarios, etc.

Y yo decía de sus trabajadores y estaba recordando, cuando era Senadora, que nos tocó atravesar, también, durante la década de los 90 y principios del año 2000, dos intentos también de la famosa Reforma Laboral, porque se cree que quitándole derechos a los trabajadores se va a poder desarrollar más la economía, cuando nadie parece querer darse cuenta que los trabajadores son, hoy, usuarios y consumidores. Y si le quitamos a los trabajadores poder adquisitivo, quién compra, quién consume y quién retroalimenta la rueda del capitalismo, que precisamente se basa en el consumo masivo.

Y ustedes lo deben saber porque en este país se inició el consumo masivo, y el hecho de que los trabajadores puedan tener buenos sueldos.  Yo recordaba el otro día en mi país que era Henry Ford, un empresario emblemático aquí en los Estados Unidos, que decía que tenía que pagarles buenos salarios a sus trabajadores para que sus trabajadores tuvieran plata para poder comprarle los autos.

Y esto puede reproducirse así hasta el infinito.

No lo creen y no lo creen por qué, porque a partir del aparecido de estos fenómenos financieros donde el capital se puede reproducir o el dinero se reproduce sin pasar por el circuito de lo humano, del hombre a través de lo que produce su inteligencia o de lo que producen sus manos o sus ideas, comienza esta verdadera distorsión. Y no estoy hablando en términos técnicos, que podríamos hacerlo, no estoy hablando en términos de buenos y malos, estoy hablando en términos estrictamente económicos.

Distorsión, por qué, porque nadie además puede creer que existan las cifras que se manejan cuando dicen tal empresa vale tanto, tal empresa vale tal otra, aquella empresa vale tal otra. Yo estoy segura que si yo quisiera de repente ir y retirar todo el dinero de un fondo de pensión en un banco, ni obtendría ni siquiera una cuarta o una décima parte de eso.

Todos sabemos que el dinero bancario nunca es el dinero físico y real, que siempre es menor el dinero físico y real. Pero acá la reproducción ha sido de tal manera, que implosionó también en el mundo en el año 2008, con las subprime, con las hipotecas, cuando cayeron bancos. No estoy hablando solamente de la Argentina.

¿Y por qué el tema de la Argentina? Porque antes pasaron muchas cosas en el mundo, crisis de la cual todavía no hemos salido, porque hoy vemos que muchísimos países tienen el mismo problema de endeudamiento.

No es casualidad que hayamos obtenido una mayoría aplastante en Naciones Unidas para apoyar la Resolución 68/304 que impulsa la creación o la sanción por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas de una convención de un tratado sobre la reestructuración de deuda soberana.

Es que hay un refrán en mi país que dice cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Y me parece que Argentina es un ejemplo en el cual se vieron reflejados muchísimos países del mundo, de África, de la propia Europa, donde hoy vemos que países como España, países como Inglaterra, países como Italia, están con un nivel de endeudamiento superior a su Producto Bruto Interno.

Vemos también un gran paro fundamentalmente en los sectores juveniles. El otro día cuando mantuve el almuerzo con Su Santidad el Papa Francisco, él me explicaba su inmensa preocupación y dolor por la juventud, con el promedio del 40 por ciento desocupada en Europa, el 50 en España me hablaba y todo lo que esto acarrea.

Entonces, como vemos, lo que está pasando en la Argentina, es el espejo de lo que significa la distorsión del sistema económico mundial a partir, de no ya lo financiero, sino lo netamente especulativo.

Sabemos que hay finanzas, sabemos que tienen que haber bancos, sabemos que tiene que haber rentabilidades porque el crédito también es un instrumento importante, pero acá estamos ante un modelo absolutamente depredador y por eso es un modelo buitre.

Y por eso creo que ni siquiera le conviene a los otros fondos de inversión que por allí van a generar con esto una reacción porque a muchísimos fondos de inversión invierten en empresas, en fondos de jubilados, etcétera, pero no con este ánimo, como yo digo, depredatorio.

¿Y por qué depredatorio? Porque yo creo que en realidad, como me lo dijo un importante presidente de una de las potencias del mundo que visitó hace poco mi país, me dijo “pero, Presidenta, ¿usted realmente cree que este problema es por 1.600 millones de dólares que es lo que se está demandando acá en el juzgado del doctor Griesa?”.

Me dijo “no, son dos cosas: una, escarmentar a la Argentina que tuvo un modelo de desarrollo que no se basó precisamente en las indicaciones del Consenso de Washington, al contrario, del modelo neoliberal, pero fundamentalmente porque ustedes son la segunda reserva de gas shale del mundo y la cuarta de petróleo shale del mundo”.

Además, un exfuncionario de este país, que se entrevistó con un funcionario del mío, dice que se habla ya de Argentina en algunos lugares de la administración de aquí, como una nueva Arabia Saudita, con una diferencia, no estamos en medio de ejércitos ni de guerras ni en lugares de difícil acceso, no hay enfrentamientos religiosos, somos un país y una región afortunadamente donde no hay diferencias étnicas, donde no hay diferencias religiosas, donde las diferencias son políticas y se dirimen a través de las urnas democráticamente y, además, donde hemos tenido conflictos regionales, que los hemos tenido entre países hermanos, fuimos nosotros a través de instrumentos como, por ejemplo, la UNASUR, donde pusimos resolución pacífica a esos conflictos sin la necesidad de que intervinieran ninguno de los organismos multilaterales formales existentes en el mundo.

Entonces, yo creo que lo que está pasando, por ejemplo, hoy leía un comentario de Financial Times, nadie puede pensar que el Financial Times sea un diario pro argentino, pero el Financial Times se puso a investigar cuáles eran los antecedentes jurídicos, de hecho el common law que tiene Estados Unidos, dada la jurisprudencia que había tomado la Corte de Apelaciones acá del distrito de Nueva York para rechazar la presentación del Citibank, que realmente sabe que tiene la obligación de pagar porque se le deposita el dinero para hacerlo y, bueno, nos enteramos el antecedente que se tomó para rechazar la cuestión de competencia de jurisdicción, es un caso que es ante una organización no gubernamental que defiende o que representa el interés de la gente que no quiere que se engorde en un restaurante.

Este es el antecedente que la Corte del distrito tomó como antecedente en lo que todo el mundo, no nosotros, denomina el juicio del siglo. Esto habla, por sobre todas las cosas, de la poca seriedad a los que se la pasan reclamando seriedad, de la poca juricidad y de la poca institucionalidad a los que se la pasan declamando y reclamando y demandando juricidad y respeto a las instituciones.

Por eso Argentina depositó lo que debía en el vencimiento anterior y va a volver a depositar para el vencimiento de este 30 de septiembre que son 187 millones de dólares porque hemos pagado.

Y hoy resulta que tenemos 539 millones de dólares aquí en otro lugar de Nueva York o en un banco de Nueva York que no están ni embargados ni han sido transferidos a quienes son sus tenedores porque nosotros desde el momento en que pagamos, nos desprendemos del dinero que pasa a ser exactamente propiedad de los tenedores de bonos, no se les distribuye a los tenedores, tampoco se ejecuta la sentencia de Griesa.

La sentencia de Griesa decía que por cada dólar que se le pagara un tenedor de bonos, había que pagarle también a cada uno de los buitres. Tampoco el juez cumple su propia sentencia. Entonces, estamos en dónde, en el limbo jurídico, estamos ante una sentencia de carácter incumplible.

Cuando alguien dicta una sentencia de carácter incumplible, no es casualidad, no es porque no sabe de derecho. Yo no voy a cometer diferencias porque el doctor Griesa es un juez municipal o no conoce el derecho o es un señor mayor que se equivoca en hacer las cosas así.

No, las cosas tienen una orientación, una dirección y un fin: tirar abajo la reestructuración exitosa de la Argentina del 92,4 por ciento de la deuda. ¿Por qué? Porque conseguimos una quita importante, quita que tenía sí un fuerte sentido de la lógica, ética y también capitalista.

Porque en definitiva, quién depositaba dólares en nuestro país, que pagaba una tasa del 19, 14 o 15 por ciento anual, en un mundo donde la tasa anual en dólares era del 2 por ciento, el 1 y medio, sabía necesariamente que debía asumir el riesgo.

El riesgo de la ganancia rápida, el riesgo de la ganancia usuraria, también el riesgo de que alguien no te pague porque no te puede pagar. Tenés que asumir entonces una parte de la responsabilidad. Y quien también tendría que haber asumido una parte de la responsabilidad en ese default del 2001, era el Fondo Monetario Internacional.

¿Por qué? Porque durante toda la década de los 90 mostró a la Argentina como el alumno predilecto y que las políticas que se aplicaban en la República Argentina, eran precisamente las políticas que debían aplicarse.

Si el maestro ha dicho que era el niño más aplicado, tanía 10 y resulta que cuando fueron al cuaderno del niño el niño se copiaba, no había hecho las cuentas o no tenía hecho los deberes, bueno, por lo menos debía haberle puesto un 5 y el otro 5 hacerse cargo el Fondo Monetario Internacional. Nada de eso pasó, todo fue a la cuenta de la Argentina.

¿Y qué hizo el gobierno de Néstor Kirchner, que no se había endeudado, que no había tomado un solo peso porque él venía de una provincia además administrada donde la dejó con 600 millones de dólares que habíamos cobrado de regalías, la única provincia de las 10 provincias productoras de petróleo que hizo esa política de ahorrar para poder desarrollarse? Y nos hicimos cargo de la deuda y nos arremangamos y nos pusimos a reestructurar esa deuda y no le echamos la culpa a nadie.     

Y bueno, esta es la historia de la Argentina, pero puede ser la historia de cualquier otro país, es la historia, inclusive yo lo decía el otro día cuando me tocó hablar en un acto en la Casa de Gobierno.

Yo era legisladora cuando la Argentina defaulteó su deuda, era senadora de la Nación, fue de madrugada, parece casi el título de una novela, en una parte de la Asamblea Legislativa que resultó electo como presidente porque fue una semana en que hubo 5 presidentes en la República Argentina producto de la crisis, el cuarto, decretó el default y el Congreso aplaudió ese default.

El otro día sancionamos una ley que exactamente el reverso, la cara contraria de la moneda. Si aquel Congreso dijo que no le iba a pagar a nadie, que la deuda no se podía pagar, este Congreso el otro día sancionó una ley que dice que le quiere pagar al 100 por ciento de los acreedores, que depositó el dinero en tiempo y forma, que lo volverá a hacer en cada uno de los vencimientos con recursos propios y que está a disposición de cada uno de los acreedores ese dinero.

Fíjense si será raro el caso de la Argentina. ¿Qué país del mundo hoy, si todos los países del mundo está viendo como renuevan la deuda y hacen la bicicleta financiera para poder ver cómo afrontan nuevos vencimientos y la deuda se va agrandando cada vez más, los trabajadores ven cada vez más achicada sus fuentes de trabajo, ven reducidos sus salarios, es más hay ofrecimientos…?

El otro día leía que una compañía aérea, creo que era American Airlines, los trabajadores estaban ofreciendo, corríjanme si no es así en muchos casos, ofreciendo reducir los salarios a cambio de que no hubiera despidos en las compañías.

Esto está pasando acá en muchos casos y está pasando también en muchos casos en Europa.

Entonces, digo, que de esto que está pasando, ¿qué pasa en la Argentina? Pero está pasando también en otros lados, lo que pasa es que todavía no se produjo la implosión que se produjo en la República Argentina.

Pero ningún país va a poder pagar el 160 por ciento de su PBI y va a seguir siendo una permanente bicicleta hasta que, finalmente, bueno, como pasó en la crisis del 30, como nos pasó en la crisis del 2008, pueden volver a pasar nuevas crisis recurrentes.

Por eso lo de la Argentina y la necesidad de este leading case de un tratado, precisamente, que regule la reestructuración de la deuda que dicen “no, no es necesario porque ahora todos los países, tomando el caso de la Argentina, introducen la famosas cláusulas donde se establece que si el 66 por ciento del 75 por ciento acepta esa forma de pago, el otro 25 por ciento o el resto de los acreedores tiene la obligación de aceptarlo.

Mentiras, si no hay un tratado internacional que respalde esto, puede haber cualquier otro juez Griesa, aquí o en cualquier otra parte del mundo que diga “no, esto no es oponible porque esto lo decidió para el país en un grupo de acreedores y yo tengo bonos y en este juzgado digo que no, que no es así”.

Por eso es necesario, por eso nosotros pudimos recuperar la Fragata Libertad, que también nos fue embargada por los fondos buitres, la nave insignia. Imagínense ustedes que alguien le embargara a Estados Unidos alguna nave insignia y no digo…pero supónganse en un juicio por violación a los derechos humanos o a cualquier otra cosa. Imagínense lo que sería.

Bueno, a nosotros nos embargaron la nave insignia y como había una convención internacional de tratados de derechos del mar, pudimos aplicarle el derecho internacional vigente, recuperar nuevamente nuestra Fragata por la cual algunos querían pagar hasta 50 millones de dólares para que nos la devolvieran. ¡Dios mío!

Recuperar la fragata insignia sin ningún tipo de honor y además pagando 50 millones de dólares que muchos ofrecieron pero que nadie sacó un dólar de su bolsillo para pagarlo.

Por eso digo que es mentira los que dicen que hoy las naciones que están estructurando su deuda soberana, están a salvo porque están introduciendo estas cláusulas.

Basta que algún juez en alguna jurisdicción diga que esto no es aplicable, para que esto tenga plena aplicación y le sea aplicada esa sentencia. Por eso, es necesario esta regulación de carácter internacional.

Y yo quiero agradecer la solidaridad de los trabajadores que además, creo sinceramente que es en defensa propia. Porque, yo agradezco profundamente este apoyo, lo que planteaba Katy, pero creo que de seguir produciéndose hechos, fenómenos, como ustedes quieran llamarlos, de esta naturaleza, los que van a terminar pagando como de hecho están pagando la crisis del 2008 todavía irresuelta, son los trabajadores.

Uno lo puede ver aquí en Estados Unidos, lo puede ver en todas partes como ha aumentado la pobreza, el desempleo, la precarización laboral.

Cómo comienzan a surgir también en cada país los intentos de autonomización de regiones, porque creen que una región vive a costa de la otra. O sea, esto atenta también a la unidad y a la integridad territorial de las naciones.   

El otro día vimos en Inglaterra una consulta popular para dividirse, escindirse, yo no sé qué festejaban los que sacaron el 55 por ciento, porque si yo viviera en la República Argentina y una provincia o una parte del país, el 45 por ciento se quiere ir de la República Argentina, estaría muy preocupada.

Y estas cosas, como las que están pasando en España, como la que pasa en el norte de Italia con los Lombardía, cuando dicen que los del sur son haraganes y que viven a costa de ellos, que es lo que sostenían los escoceses, que es lo que sostienen en Cataluña o los Países Vascos, comienzan la desintegración de los países.

Y yo creo que no es dramatizar, es simplemente tener una mirada estratégica que va un poco más allá del hoy y del mañana inmediato para ver lo que puede pasar cuando vienen épocas de crisis.

Por eso, creo que es muy importante y por eso creo que tuvimos el apoyo de tantos países. Y lo que sí espero es que además de todas las cosas y de la solidaridad de las cartas para enviar a los fondos de inversión, también hagamos muchas cosas en cada uno de nuestros países para que durante el curso de este año y del que viene, antes de que se celebre una nueva reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el año 2015, tengamos listo y sancionado el Marco Regulatorio Multilateral para la Reestructuración de Deudas Soberanas. 

Y va, no solamente la vida en ellos, sino la subsistencia de un mundo más equitativo, más justo, más digno para los trabajadores, también para los empresarios que tienen que tener empresas sustentables, como señalaba Víctor, y en general para los jóvenes que han perdido las ilusiones, las utopías y que muchas veces terminan en situaciones que uno no quisiera ver.

Por eso, quiero agradecerles profundamente la presencia de todos ustedes aquí y decirles que esto no es no llores por mí Argentina, es no lloren por mí el mundo.

Gracias. (APLAUSOS)


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